Tal y como publica Finanzas.com, hasta ahora, donar un inmueble a un ser querido era más rentable que vendérselo. Los efectos fiscales de las donaciones en vida se habían reducido a la mínima expresión, después de la carrera en la que se habían adentrado casi todas las Comunidades Autónomas por aprobar los mejores beneficios fiscales del Impuesto de Sucesiones y Donaciones (ISD) de toda España. La competencia era feroz. Sin embargo, las necesidades económicas y financieras de las regiones ahogan y más de una ya ha aprobado medidas para modificar este tributo del que se han beneficiado miles de familias en los últimos años.
Ésta es la razón fundamental por la que el número de transmisiones inmobiliarias de padres a hijos (o a familiares cercanos, entre otros casos) no sólo mantiene un ritmo estable, sino que, incluso el número de operaciones registradas ha aumentado con respecto al año pasado. Entre los meses de enero y mayo, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha contabilizado 9.055 donaciones de viviendas. Esto es, casi un 4% más que en el mismo periodo del año anterior, cuando se registraron 8.714. Y ello, a pesar de que el contexto inmobiliario no es precisamente el mejor, pues las transacciones de inmuebles se encuentran en registros mínimos desde hace varios años.
De hecho, si se comparan las mismas estadísticas de los cinco primeros meses en los últimos seis años, se comprueba que 2012 ha sido el tercer mejor ejercicio en registros, incluso por delante de 2007, cuando se contabilizaron 8.918 donaciones; muy cerca de 2010 (9.588); y ya algo más alejado de 2008 (9.868) y 2009 (9.953).
En gran parte de las Comunidades Autónomas, donar una vivienda en vida sigue siendo muy barato, si se compara con otras opciones, como la venta del inmueble. La mayor parte de los ciudadanos que recibían estas propiedades se beneficiaban de una bonificación que, en el mejor de los casos, alcanzaba el 99% sobre la cuota a pagar a la correspondiente Comunidad. Aunque hay que recordar que para el donatario (quien transmite el bien) puede suponer un impacto en sus bolsillos, porque debe abonar en el IRPF la plusvalía generada entre el valor de transmisión y el de compra, si se ha registrado una ganancia patrimonial.
Al encontrarse tan bonificadas, las donaciones apenas se han resentido en los últimos meses. Sin embargo, algo está cambiando en las políticas tributarias de las Comunidades Autónomas. Algunas ya han modificado este tributo. Por ejemplo, en Andalucía se ha aprobado una tarifa propia de ISD para los tramos más elevados, que deben abonar un 31,95% (para bases liquidables superiores a 398.000 euros); o un 36,50% (797.000 euros).
En Canarias, se acaba de eliminar la bonificación que existía sobre este impuesto, y que llevaba vigente desde hace cuatro años. En general, cualquier transmisión de este tipo estará sujeta a unos gravámenes más elevados.
Además, desde varias Comunidades, como la de Castilla y León, ya están estudiando la posibilidad de modificar este tributo para adaptarlo a las nuevas necesidades de financiación autonómica. En otras, como Cataluña, donde el año pasado aprobó la supresión de buena parte de este tributo, ya están comprobando los efectos recaudatorios a la baja de este gravamen. Y en el resto de Comunidades, los cambios sobre el ISD ya están sobre la mesa, como anticipaban muchos de los planes económico-financieros que las CC.AA. enviaron en junio al Ministerio de Hacienda.
Por otra parte, algunas Comunidades sí han mejorado en los últimos meses las transmisiones de bienes entre padres e hijos, pero sólo en determinados ámbitos. Por ejemplo, en Cantabria y Baleares se ha modificado la tributación para beneficiar a quienes traspasen un negocio familiar; y en Murcia, se ha hecho lo propio con quienes donan dinero a sus descendientes para que adquieran su primera vivienda habitual.
Fuente: http://www.fotocasa.es/
Ésta es la razón fundamental por la que el número de transmisiones inmobiliarias de padres a hijos (o a familiares cercanos, entre otros casos) no sólo mantiene un ritmo estable, sino que, incluso el número de operaciones registradas ha aumentado con respecto al año pasado. Entre los meses de enero y mayo, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha contabilizado 9.055 donaciones de viviendas. Esto es, casi un 4% más que en el mismo periodo del año anterior, cuando se registraron 8.714. Y ello, a pesar de que el contexto inmobiliario no es precisamente el mejor, pues las transacciones de inmuebles se encuentran en registros mínimos desde hace varios años.
De hecho, si se comparan las mismas estadísticas de los cinco primeros meses en los últimos seis años, se comprueba que 2012 ha sido el tercer mejor ejercicio en registros, incluso por delante de 2007, cuando se contabilizaron 8.918 donaciones; muy cerca de 2010 (9.588); y ya algo más alejado de 2008 (9.868) y 2009 (9.953).
En gran parte de las Comunidades Autónomas, donar una vivienda en vida sigue siendo muy barato, si se compara con otras opciones, como la venta del inmueble. La mayor parte de los ciudadanos que recibían estas propiedades se beneficiaban de una bonificación que, en el mejor de los casos, alcanzaba el 99% sobre la cuota a pagar a la correspondiente Comunidad. Aunque hay que recordar que para el donatario (quien transmite el bien) puede suponer un impacto en sus bolsillos, porque debe abonar en el IRPF la plusvalía generada entre el valor de transmisión y el de compra, si se ha registrado una ganancia patrimonial.
Al encontrarse tan bonificadas, las donaciones apenas se han resentido en los últimos meses. Sin embargo, algo está cambiando en las políticas tributarias de las Comunidades Autónomas. Algunas ya han modificado este tributo. Por ejemplo, en Andalucía se ha aprobado una tarifa propia de ISD para los tramos más elevados, que deben abonar un 31,95% (para bases liquidables superiores a 398.000 euros); o un 36,50% (797.000 euros).
En Canarias, se acaba de eliminar la bonificación que existía sobre este impuesto, y que llevaba vigente desde hace cuatro años. En general, cualquier transmisión de este tipo estará sujeta a unos gravámenes más elevados.
Además, desde varias Comunidades, como la de Castilla y León, ya están estudiando la posibilidad de modificar este tributo para adaptarlo a las nuevas necesidades de financiación autonómica. En otras, como Cataluña, donde el año pasado aprobó la supresión de buena parte de este tributo, ya están comprobando los efectos recaudatorios a la baja de este gravamen. Y en el resto de Comunidades, los cambios sobre el ISD ya están sobre la mesa, como anticipaban muchos de los planes económico-financieros que las CC.AA. enviaron en junio al Ministerio de Hacienda.
Por otra parte, algunas Comunidades sí han mejorado en los últimos meses las transmisiones de bienes entre padres e hijos, pero sólo en determinados ámbitos. Por ejemplo, en Cantabria y Baleares se ha modificado la tributación para beneficiar a quienes traspasen un negocio familiar; y en Murcia, se ha hecho lo propio con quienes donan dinero a sus descendientes para que adquieran su primera vivienda habitual.
Fuente: http://www.fotocasa.es/