El Ministerio de Hacienda actualizará los valores catastrales de los más de 160.000 bienes inmuebles que existen en la ciudad después del verano. La Dirección General del Catastro esperará a que el Concello apruebe el plan general para poder analizar las condiciones de cada propiedad con las características urbanísticas que les otorgue el documento municipal. El Ayuntamiento ya realizó la primera fase de este trabajo, al contratar a una empresa que actualizó el censo de fincas desde el año 2010. Ocho mil bienes, entre viviendas, locales comerciales y naves industriales, se dieron de alta desde que se inició la inspección.
ÁNGELA FERNÁNDEZ | A CORUÑA La Dirección General del Catastro revisará los valores medios por metro cuadrado de cada finca de la ciudad después del verano, cuando está previsto que el Concello apruebe de manera definitiva el Plan General de Ordenación Municipal. Esta estimación del organismo estatal es la que se toma como referencia para fijar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que cobra la administración local. Para calcularlo se estudian dos variables: por una parte, los técnicos del Catastro tienen en cuenta las características intrínsecas de la propiedad, que no variarán con el visto bueno al PGOM, pero, por otra, también se analizan las condiciones del entorno. En este caso, el documento urbanístico sí que influye en el valor catastral, porque puede modificar las singularidades de cada inmueble, como por ejemplo, los viales que lo rodean, los nuevos equipamientos que se construyan o los polígonos residenciales o industriales proyectados a su alrededor.
El Ministerio de Hacienda, del que depende la Dirección General del Catastro, esperará hasta que la Corporación municipal dé luz verde al plan general para poder realizar una tasación actualizada de cada una de las fincas de la ciudad. Además, el organismo ya contará en ese momento con la primera fase de los trabajos, que realizó una empresa contratada por el Concello, y que consistió en la actualización del listado de propiedades del municipio.
Los técnicos de la compañía detectaron, desde el inicio del estudio, en 2010, ocho mil bienes inmuebles sin registrar, es decir, en situación irregular por ser nuevos, por cambio de uso o porque no habían comunicado su existencia al Gobierno central. Todos ellos han sido ya dados de alta y ahora el Ejecutivo municipal ya les puede reclamar los tributos -principalmente el IBI- que no han abonado en los últimos cuatro años. El carácter retroactivo de la exigencia municipal solo se puede extender hasta 2008, aunque la situación anómala se registrara desde antes de esa fecha.
Las 21.838 fotografías que realizó la empresa de todas las propiedades existentes en la ciudad y la posterior comprobación de la documentación existente también sirvieron para detectar deficiencias en 713 bienes inmuebles. El Ayuntamiento abrió expedientes a los propietarios de los mismos para exigirles diversos informes que hiciera coincidir la situación de las fincas con la inscripción que existía en el Catastro.
Con esta primera fase de la revisión del parque inmobiliario realizada, solo resta la actualización del valor catastral, que podría tener sus efectos en los impuestos de 2013. El pago del IBI de este año se realizará a partir del mes de octubre. El cambio que se pudiera producir en la cantidad a abonar por parte de los propietarios coruñeses no afectará al recibo de este ejercicio. En la actualidad, los vecinos de la ciudad abonan, de media, 299 euros en concepto de este tributo municipal. Para este año, el Gobierno local prevé que las arcas municipales recauden 48.175.000 euros, y, si los nuevos valores están listos este año, la cifra total podría ser mayor de cara a 2013.
La Dirección General del Catastro tiene constancia de la existencia de 160.858 bienes inmuebles en A Coruña, de los que el 71,5% son viviendas. Los comercios, con 11.163 propiedades, y los aparcamientos, con 11.656, son las fincas más numerosas tras los pisos o casas de uso residencial, mientras que se contabilizan 6.486 naves industriales y 6.632 fincas con usos religiosos, culturales o sanitarios. La mayor parte de las propiedades, casi 34.000, datan de la década de los ochenta y le siguen en el ranking de antigüedad los que se registraron en el Catastro entre 1961 y 1970. Las cifras descienden en las décadas más actuales, con alrededor de 20.000 construcciones por cada diez años.
Fuente: http://www.laopinioncoruna.es/
ÁNGELA FERNÁNDEZ | A CORUÑA La Dirección General del Catastro revisará los valores medios por metro cuadrado de cada finca de la ciudad después del verano, cuando está previsto que el Concello apruebe de manera definitiva el Plan General de Ordenación Municipal. Esta estimación del organismo estatal es la que se toma como referencia para fijar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que cobra la administración local. Para calcularlo se estudian dos variables: por una parte, los técnicos del Catastro tienen en cuenta las características intrínsecas de la propiedad, que no variarán con el visto bueno al PGOM, pero, por otra, también se analizan las condiciones del entorno. En este caso, el documento urbanístico sí que influye en el valor catastral, porque puede modificar las singularidades de cada inmueble, como por ejemplo, los viales que lo rodean, los nuevos equipamientos que se construyan o los polígonos residenciales o industriales proyectados a su alrededor.
El Ministerio de Hacienda, del que depende la Dirección General del Catastro, esperará hasta que la Corporación municipal dé luz verde al plan general para poder realizar una tasación actualizada de cada una de las fincas de la ciudad. Además, el organismo ya contará en ese momento con la primera fase de los trabajos, que realizó una empresa contratada por el Concello, y que consistió en la actualización del listado de propiedades del municipio.
Los técnicos de la compañía detectaron, desde el inicio del estudio, en 2010, ocho mil bienes inmuebles sin registrar, es decir, en situación irregular por ser nuevos, por cambio de uso o porque no habían comunicado su existencia al Gobierno central. Todos ellos han sido ya dados de alta y ahora el Ejecutivo municipal ya les puede reclamar los tributos -principalmente el IBI- que no han abonado en los últimos cuatro años. El carácter retroactivo de la exigencia municipal solo se puede extender hasta 2008, aunque la situación anómala se registrara desde antes de esa fecha.
Las 21.838 fotografías que realizó la empresa de todas las propiedades existentes en la ciudad y la posterior comprobación de la documentación existente también sirvieron para detectar deficiencias en 713 bienes inmuebles. El Ayuntamiento abrió expedientes a los propietarios de los mismos para exigirles diversos informes que hiciera coincidir la situación de las fincas con la inscripción que existía en el Catastro.
Con esta primera fase de la revisión del parque inmobiliario realizada, solo resta la actualización del valor catastral, que podría tener sus efectos en los impuestos de 2013. El pago del IBI de este año se realizará a partir del mes de octubre. El cambio que se pudiera producir en la cantidad a abonar por parte de los propietarios coruñeses no afectará al recibo de este ejercicio. En la actualidad, los vecinos de la ciudad abonan, de media, 299 euros en concepto de este tributo municipal. Para este año, el Gobierno local prevé que las arcas municipales recauden 48.175.000 euros, y, si los nuevos valores están listos este año, la cifra total podría ser mayor de cara a 2013.
La Dirección General del Catastro tiene constancia de la existencia de 160.858 bienes inmuebles en A Coruña, de los que el 71,5% son viviendas. Los comercios, con 11.163 propiedades, y los aparcamientos, con 11.656, son las fincas más numerosas tras los pisos o casas de uso residencial, mientras que se contabilizan 6.486 naves industriales y 6.632 fincas con usos religiosos, culturales o sanitarios. La mayor parte de las propiedades, casi 34.000, datan de la década de los ochenta y le siguen en el ranking de antigüedad los que se registraron en el Catastro entre 1961 y 1970. Las cifras descienden en las décadas más actuales, con alrededor de 20.000 construcciones por cada diez años.
Fuente: http://www.laopinioncoruna.es/