"La reforma financiera se ha centrado en sanear activos inmobiliarios y para las entidades financieras lo que se presenta es el reto de poder venderlos para poder afrontar más fácilmente los nuevos requerimientos", expone María Romero de Analistas Financieros Internacionales (AFI), recordando que los pisos se deben provisionar al 35%, las promociones en construcción al 65% y el suelo al 80%. "En el caso de viviendas terminadas las dotaciones que tenían ya constituidas no se alejan mucho de los nuevos requerimientos, con lo que el esfuerzo de dotaciones y de capital adicional que hay que hacer es menor que en el caso del suelo o de las promociones en curso", continúa."La banca se implicará más en que se desarrollen esas promociones y solares para no provisionar tanto, porque son los activos más abundantes en sus balances y los que más hay que provisionar, que en la venta de vivienda terminada", resume.
"La reforma puede suponer una rebaja adicional del 10% en el precio de los pisos terminados", estima Fernando Acuña, socio director de www.pisosembargadosdebancos.com. "El abaratamiento irá muy poco a poco. Los bancos ya habían iniciado estrategias de bajadas de precios para este año, y es eso lo que vamos a ver casi en paralelo a la reforma. Las entidades van a enfocar sus esfuerzos de manera explícita a los activos más olvidados", asume, citando el suelo y las promociones en desarrollo, dos activos para los que prácticamente no había mercado en los últimos tiempos. "Ahora, van a empezar a cobrar interés, las entidades empezarán a rebajarlos a precios asequibles para intentar venderlos o que alguien los desarrolle", vaticina Acuña, quien asegura que en las últimas semanas ya ha empezado a encontrar "inversores interesados" en este tipo de transacciones.
Dedicado a comercializar los pisos que la banca ha ido embargando -unos 300.000 desde que arrancó la crisis- Acuña puntualiza, no obstante, que el mercado de vivienda adjudicada empezará a ofrecer oportunidades más interesantes. Dado que el proceso de embargo se alarga dos años, y se ejecuta en paralelo al aumento del paro, ilustra, primero llegaron los pisos de clase baja pero es ahora cuando comienzan a estar disponibles los de clase media.
Fuente: http://www.cincodias.com/
"La reforma puede suponer una rebaja adicional del 10% en el precio de los pisos terminados", estima Fernando Acuña, socio director de www.pisosembargadosdebancos.com. "El abaratamiento irá muy poco a poco. Los bancos ya habían iniciado estrategias de bajadas de precios para este año, y es eso lo que vamos a ver casi en paralelo a la reforma. Las entidades van a enfocar sus esfuerzos de manera explícita a los activos más olvidados", asume, citando el suelo y las promociones en desarrollo, dos activos para los que prácticamente no había mercado en los últimos tiempos. "Ahora, van a empezar a cobrar interés, las entidades empezarán a rebajarlos a precios asequibles para intentar venderlos o que alguien los desarrolle", vaticina Acuña, quien asegura que en las últimas semanas ya ha empezado a encontrar "inversores interesados" en este tipo de transacciones.
Dedicado a comercializar los pisos que la banca ha ido embargando -unos 300.000 desde que arrancó la crisis- Acuña puntualiza, no obstante, que el mercado de vivienda adjudicada empezará a ofrecer oportunidades más interesantes. Dado que el proceso de embargo se alarga dos años, y se ejecuta en paralelo al aumento del paro, ilustra, primero llegaron los pisos de clase baja pero es ahora cuando comienzan a estar disponibles los de clase media.
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