Es una joya del Pacífico. Situada en el archipiélago de las Perlas, a 80 km del Canal de Panamá, la isla de San José es un paraiso de 57 playas recogidas en solo 44 kilómetros cuadrado. Una isla natural de ensueño con playas de arena blanca y agua azul turquesa, con vegetación tropical, ríos y manantiales con cascadas de más de 60 metros. Este edén está a la venta por 217 millones de euros, lo que la convierte en la isla más cara del mundo.Actualmente este paraíso alberga un resort de lujo y su gran variedad de peces tropicales hace que sea uno de los mejores lugares para la pesca deportiva. La isla, junto a otras del mismo archipiélago, ha acogido la versión estadounidense del reality ‘Supervivientes’.
Actualmente es propiedad de la compañía privada Desarrollo Turístico Isla San José, que ha encargado su venta a la inmobiliaria estadounidense Esslinger-Wooten-Maxwell (EWM). La responsable de su venta, Jennifer Wolmann, asegura que “cuando uno le pone un precio a una isla, se debe tener en cuenta su ubicación, el tamaño y el potencial desarrollo”. La isla, entre otras cosas, “tiene una topografía que va desde el nivel del mar hasta los 137 metros, además es la única de la zona que tiene agua dulce durante todo el año”. Palmeras, caña de azúcar, una temperatura media de 26º C durante el año y mucha privacidad, son razones suficientes para que multimillonarios en busca de tranquilidad estén dispuestos a comprar la isla.
Fuente: http://www.pisos.com/
Actualmente es propiedad de la compañía privada Desarrollo Turístico Isla San José, que ha encargado su venta a la inmobiliaria estadounidense Esslinger-Wooten-Maxwell (EWM). La responsable de su venta, Jennifer Wolmann, asegura que “cuando uno le pone un precio a una isla, se debe tener en cuenta su ubicación, el tamaño y el potencial desarrollo”. La isla, entre otras cosas, “tiene una topografía que va desde el nivel del mar hasta los 137 metros, además es la única de la zona que tiene agua dulce durante todo el año”. Palmeras, caña de azúcar, una temperatura media de 26º C durante el año y mucha privacidad, son razones suficientes para que multimillonarios en busca de tranquilidad estén dispuestos a comprar la isla.
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