¿Invertir en garajes? Busque mejor un superdepósito y espere tiempos mejores


La crisis inmobiliaria no sólo ha afectado a la compraventa de viviendas o la caída de los precios del alquiler de los pisos, sino que también se ha hecho extensible a otros productos como son las plazas de garaje.

Una vez estallada la crisis económica, ha aumentado la oferta de alquiler de plazas de garaje con el fin de mejorar su situación financiera. Esto ha tenido una consecuencia: se han tensionado los precios a la baja. En cambio, en zonas con alta demanda es posible que el negocio represente una buena inversión, pero se trata de un gasto mensual del que muchos han prescindido para ahorrar costes.

Por su parte, Carlos Ferrer-Bonsoms, director de Residencial de Jones Lang Lasallle, considera que las plazas de garaje eran una inversión muy atractiva para el particular, ya que antes, con una inversión relativamente baja se podría obtener una rentabilidad de entre el 5% y el 6%, como mínimo, y su mantenimiento era relativamente bajo. “Ahora, con la crisis inmobiliaria el mercado está un poco parado y la rentabilidad ha bajado hasta el 3%-4% porque han bajado los alquileres, aunque no tanto el precio de venta”. Y en este sentido señala que el precio del alquiler ha bajado en torno al 20%.

Si decidimos invertir en plazas de garaje, Miguel Ángel Alemany, director de pisos.com, “la rentabilidad de una plaza de garaje tiene dos caminos, al igual que la vivienda: o se alquila y se va amortizando la inversión o se pone otra vez en el mercado cuando se revalorice”. Respecto a la primera posibilidad, han quedado atrás los tiempos en los que este producto generaba un retorno medio del 5%, mientras que actualmente llega al 2,5%-3%. Hoy en día, el alquiler de una vivienda genera más rentabilidad que una plaza de garaje.

Características de las plazas de garaje

Para Alemany las virtudes que tiene que tener una buena plaza de garaje es, por un lado, la localización, determinante para extraer un beneficio interesante superior a la media. Hay puntos críticos dentro de las grandes urbes donde existen serias dificultades para aparcar, y en las que además, el estacionamiento está regulado con parquímetros.

Para Ferrer-Bonsoms la característica que tiene que tener es estar en centro, que sea difícil de aparcar y que la zona esté muy habitada y que el rendimiento estuviera entre los 180 y 230 euros. Así señala que antes se podría alquilar plazas de garaje en el centro de Madrid por 220 y 230 euros, aunque ahora ha bajado hasta los 180-190 euros.

En cuanto a la venta, antes una plaza de garaje tenía un coste medio de entre 20.000 y 30.000 euros. Este precio podrían multiplicarse por dos, e incluso por tres, en áreas consolidadas, con una alta actividad comercial o de oficinas, o bien con una gran concentración residencial comentan desde pisos.com. Estos lugares en los que, además, dejar el coche en la vía pública cuesta dinero, han notado menos la crisis. Comprar una plaza sigue siendo caro en estas ubicaciones, pero la sobrevaloración ya no es tan agresiva.

Alemany recuerda que “si se tiene en mente comprar una plaza pensando en su rentabilidad, siempre será más asequible acudir a los edificios en construcción más que a la segunda mano”. Sin embargo, en la zona centro de ciertas capitales de provincia, donde se concentra la demanda, la obra nueva está muy limitada, y en las periferias, donde hay algún desarrollo residencial, no suelen existir problemas para aparcar.

Las variables que hay que tener en cuenta para hacer una buena compra son diversas, ya que entran en juego factores como la ubicación, el tipo de garaje en el que se compre la plaza, y el precio que se pague por la misma. Un precio que aunque sea muy elevado no implica que se pueda reflejar necesariamente de manera proporcional en el valor del alquiler.

Según los especialistas, el mejor negocio está en comprar en zonas consolidadas demográfica y comercialmente, donde haya muchas oficinas y viviendas, y donde el estacionamiento en la vía publica sea de pago. En este sentido, no son aconsejables para invertir los barrios nuevos, por la baja densidad de población, por una parte, y porque los pisos ya tienen párking, además de que aparcar en la calle es relativamente fácil.

El principal problema al que se enfrenta un inversor en los garajes es el plazo para amortizar el capital. Así, en Madrid, en un barrio residencial podemos encontrar una plaza de garaje de 25.000 euros para un coche grande, 15 metros cuadrados. El alquiler serían 95 euros, lo que implicaría un plazo de amortización de 21 años. Eso sin contar impuestos como el IBI.

Por último, el director de Residencial de Jones Lang Lasallle recuerda que los precios de 2006 y 2007 no los vamos a ver desde momento, sino que “habrá una situación de postcrisis y máxime porque el precio de venta de las plazas de garaje no se han adecuando a la realidad económica”.

Fuente: http://www.finanzas.com/
 
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