El embargo de pisos, edificios y suelos lastra a la banca con 45.000 millones


El sector inmobiliario sigue siendo el gran lastre para el sector financiero español tres años después de iniciada esta profunda depresión. La gran banca española, las 15 firmas que mantienen más de 1,5 billones de euros en créditos, cuenta ya en sus balances unos 45.000 millones de euros en activos adjudicados procedentes del sector del ladrillo. Son, en esencia, viviendas embargadas a particulares que no han podido pagar su hipoteca, y promociones y suelos de constructores que tuvieron que entregarlos cuando hicieron crac. Es una de las principales consecuencias de la crisis.

Este volumen es importante porque lastra los balances de las entidades. La situación inmobiliaria se sigue mirando con lupa por parte de los analistas internacionales por su efecto en el conjunto de la economía española. Y los datos que han ido revelando las financieras españolas no han logrado despejar en el exterior todas las incógnitas sobre su fortaleza.
Conviene advertir que el total de préstamos dados para adquirir una vivienda o para construirla suma 753.000 millones de euros. Es la mitad, prácticamente, de todo el crédito concedido. El resto es dinero prestado para bienes personales (un coche, por ejemplo) o para el sector industrial.
Esos 45.000 millones de embargos y adjudicaciones directas en manos de las grandes entidades -en este cálculo no se han tomado las firmas de menor tamaño- suponen el 5,9% de su crédito en la ladrillo, en tanto que antes de convertirse en un bien más del banco o caja formaban parte de la cartera de préstamos. Además de lastrar el balance, también consume fondos porque las financieras tienen que cubrir ese agujero.

Buscando salidas
Ese fondo anclado en los balances de las entidades ha hecho que la práctica totalidad de esas entidades hayan creado en los últimos meses divisiones específicas. Tratan así de desprenderse de todo ese volumen de pisos, promociones a medio acabar o ya listas y suelo, con descuentos o condiciones ventajosas para financiar su compra. Hay ya varias entidades que, a la vez, negocian con fondos de inversión para colocarles un gran volumen de activos adjudicados en un único paquete.
El desglose de todos esos bienes revela que apenas 9.500 millones son pisos o casas que los particulares tuvieron que entregar al banco o caja porque no pudieron seguir pagando la letra. El resto, más de 35.000 millones, se corresponden con bienes procedentes de promotores y constructores quebrados.
Entre los que han entregado estos empresarios, los solares son el principal problema, por su volumen y por su gestión. De acuerdo con los balances enviados al Banco de España con datos del cierre del 2010, casi la mitad de esos 45.000 millones (22.100, en concreto) corresponden a suelo -urbanizado o no-, un bien con peor salida en el mercado en la actualidad, aunque algunos expertos sugieren que a medio o largo plazo puede ser un gran gancho para los inversores por su posible demanda.

Acabados o en contrucción
El resto de bienes llegados de promotores y constructores se reparten entre edificios ya acabados, por un importe de 9.500 millones de euros, y bloques en construcción, por 3.350 millones. Teóricamente, son más fáciles de colocar, aunque para ello tendrán que realizar rebajas.

Fuente: http://www.lavozdegalicia.es/
 
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