El estallido de la burbuja puso en evidencia las deficiencias con las que operaba el mercado inmobiliario. Su fuerte dependencia de las entidades financieras y sus elevados costes operativos dieron pie a uno de los procesos de reestructuración más agresivos que se han vivido en la economía española.
La refinanciación de la deuda ha sido la nota predominante durante los dos últimos años, así como las peticiones de concurso de acreedores. Compañías como Colonial y Real Urbis han refinanciado su deuda y Metrovacesa está a punto de hacerlo. Martinsa está saliendo del concurso. En este contexto, resulta evidente que el modelo de negocio que emergerá de la crisis será diferente al que imperó hasta 2007. "Las empresas inmobiliarias tendrán que mejorar su eficiencia", indica el socio responsable de infraestructuras, gobierno y sanidad de KPMG en España, Cándido Pérez. Además, deberán volver la vista al cliente y lanzar al mercado productos con más valor añadido, que en el negocio del ladrillo se traduce por inmuebles que prestan especial atención al diseño, la sostenibilidad y la adaptación al cliente. "La recuperación del sector será gradual. Aquellos que mejor desarrollen estos planteamientos serán los que obtengan mejores resultados". Los últimos datos sobre la demanda podrían avanzar un cambio de tendencia. Después de tres años consecutivos de caída de las ventas, en 2010 se comercializaron 491.000 viviendas en España, lo que representa un incremento del 5% respecto a 2009, según el Ministerio de Fomento. Pero la mejora se debe, en parte, a los cambios fiscales relacionados con la adquisición de la primera vivienda. De hecho, los expertos consideran que el mercado inmobiliario continúa presentando debilidades. Los resultados del cuarto trimestre de 2010 sobre venta de viviendas y visados para nueva construcción fueron peores de lo esperado, tal y como reconocía el último informe del Servicio de Estudios de BBVA sobre la situación de la economía española. Al mismo tiempo, a día de hoy varias firmas inmobiliarias continúan sus negociaciones con entidades financieras para refinanciar su deuda. El último acuerdo ha sido protagonizado por Metrovacesa, que llevaba más de tres años negociando un pacto. En cualquier caso, la reactivación de la venta de viviendas ha tenido lugar en zonas consolidadas, como Madrid, Barcelona y San Sebastián, según explica Pérez, quien avanza que el exceso de oferta ha sido prácticamente absorbido en el centro de estas ciudades y que, por tanto, será allí donde primero llegue la recuperación.
Fuente: http://www.cincodias.com/
La refinanciación de la deuda ha sido la nota predominante durante los dos últimos años, así como las peticiones de concurso de acreedores. Compañías como Colonial y Real Urbis han refinanciado su deuda y Metrovacesa está a punto de hacerlo. Martinsa está saliendo del concurso. En este contexto, resulta evidente que el modelo de negocio que emergerá de la crisis será diferente al que imperó hasta 2007. "Las empresas inmobiliarias tendrán que mejorar su eficiencia", indica el socio responsable de infraestructuras, gobierno y sanidad de KPMG en España, Cándido Pérez. Además, deberán volver la vista al cliente y lanzar al mercado productos con más valor añadido, que en el negocio del ladrillo se traduce por inmuebles que prestan especial atención al diseño, la sostenibilidad y la adaptación al cliente. "La recuperación del sector será gradual. Aquellos que mejor desarrollen estos planteamientos serán los que obtengan mejores resultados". Los últimos datos sobre la demanda podrían avanzar un cambio de tendencia. Después de tres años consecutivos de caída de las ventas, en 2010 se comercializaron 491.000 viviendas en España, lo que representa un incremento del 5% respecto a 2009, según el Ministerio de Fomento. Pero la mejora se debe, en parte, a los cambios fiscales relacionados con la adquisición de la primera vivienda. De hecho, los expertos consideran que el mercado inmobiliario continúa presentando debilidades. Los resultados del cuarto trimestre de 2010 sobre venta de viviendas y visados para nueva construcción fueron peores de lo esperado, tal y como reconocía el último informe del Servicio de Estudios de BBVA sobre la situación de la economía española. Al mismo tiempo, a día de hoy varias firmas inmobiliarias continúan sus negociaciones con entidades financieras para refinanciar su deuda. El último acuerdo ha sido protagonizado por Metrovacesa, que llevaba más de tres años negociando un pacto. En cualquier caso, la reactivación de la venta de viviendas ha tenido lugar en zonas consolidadas, como Madrid, Barcelona y San Sebastián, según explica Pérez, quien avanza que el exceso de oferta ha sido prácticamente absorbido en el centro de estas ciudades y que, por tanto, será allí donde primero llegue la recuperación.
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