Hipotecas más caras y menos servicios: Tú también pagas la fiesta de Basilea


La reforma del sistema financiero no es sólo un problema de bancos porque también afecta los consumidores y a las empresas. Y es que las nuevas medidas para regular la actividad financiera - también conocidas como Basilea III- suponen un importante endurecimiento de la regulación bancaria. Su coste ya lo están pagando los bancos porque les hace consumir más recursos. Y ya se está trasladando a sus clientes vía mayores diferenciales en hipotecas o créditos.

Cuando se habla de Basilea III, en realidad, no se debe entender como un conjunto nuevo de normas. Es la continuación de una legislación establecida desde 1988. De hecho, el periodo transitorio de esta normativa se extiende entre 2013 y 2019, pero el ‘tsunami’ que ha sacudido a las cajas españolas ha sido por culpa de sus preparativos ¿Qué implica tener un capital de mayor calidad o contar con un estándar de liquidez suficiente? En pocas palabras, mayores costes y menores servicios.

Según explica un reciente informe del IESE Business School, es cierto que se tendrá un sistema bancario más estable y solvente. Pero a cambio, “habrá posiblemente una oferta de crédito menor a mayor coste, ya que para mantener el margen operativo, los bancos deberán repartir menos dividendos o aumentar los precios de sus productos o servicios”.

La mecánica no admite muchas dudas, y tal como explica uno de los autores del informe, el profesor de Finanzas del IESE Business School Jorge Soley, “tener más capital y de mayor calidad tiene un coste para los bancos, y esto lo tiene que pagar alguien”. Las opciones son muy pocas; o bien asume el coste la entidad, sus accionistas vía menores dividendos o quienes reciben finalmente el dinero que los bancos prestan. Es decir, las empresas y los particulares, que pagarán más por sus préstamos.

De hecho, esto ya está ocurriendo en el sistema financiero español donde se está viendo un importante incremento de los diferenciales sobre los créditos. Así, ver márgenes sobre el Euribor del 0,4%, como ocurría hace muy poco, es prácticamente una rareza y ahora lo habitual es se aplican diferenciales que oscilen desde el 1,5% hasta el 3% en el mejor de los casos, según explican en la Asociación de Usuarios de Bancos y Cajas (Adicae).

No obstante, esto no quiere decir que todos los clientes de la banca hayan de soportar necesariamente los mismos costes. Como recuerda el profesor Soley, existe en el mercado una “correcta discriminación positiva”. Esto quiere decir que las entidades más solventes necesitan menos dinero y resultan menos caras para sus clientes.

A una conclusión parecida llegan en Adicae cuando apuntan que “las entidades que tienen problemas de solvencia tienden a hacer recaer en el bolsillo de los consumidores todo su saneamiento”. En esta asociación preocupa que la tendencia sea la de ofrecer café para todos a precios más caros. O lo que es lo mismo, que quienes están disfrutando ahora de mejores condiciones las pierdan o les empeoren.

Para Nuria Álvarez, analista de Renta 4, el proceso es gradual pero no hay ninguna duda de que los ‘spreads’ (diferenciales) se han encarecido porque los bancos tienen que mantener sus márgenes. En hipotecas se intentó primero aumentando la vinculación del cliente, pero desde hace tiempo la tendencia consiste en cobrarle más. Eso sí, Álvarez explica que la banca no puede subir el coste de las hipotecas hasta niveles exorbitados porque terminaría por perder demanda.

Fuente: http://www.finanzas.com/
 
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