La subida de tipos de interés decidida ayer por el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) beneficia a las economías que ya han iniciado la salida de la crisis, porque reducirá las presiones inflacionistas y alentará su capacidad exportadora. Así, por ejemplo, Alemania y Francia serán más competitivas porque podrán contener el precio de los bienes y servicios que venden al exterior.
Sin embargo, la decisión del BCE enfría notablemente las esperanzas de una rápida recuperación de los países como España, cuyas empresas no tienen la misma dimensión exterior y que ya están ahogadas por la mengua del crédito y por la severa contracción del consumo interno a la que las han conducido la escalada del desempleo, los ajustes del gasto social y los recortes en la inversión pública derivados de sus problemas financieros.
Capacidad adquisitiva
A partir de ahora, la economía española tendrá que apencar además con la previsible merma en la capacidad adquisitiva de las familias y en el potencial inversor de sus empresas. Las primeras dispondrán de menos renta porque tendrán que pagar más por sus hipotecas y préstamos de consumo. Y las segundas verán sensiblemente encarecidos sus gastos de financiación, justo en el momento en que más necesitan el apoyo del crédito. Este, además, seguirá siendo difícil de conseguir, porque a los bancos les costará más obtener dinero para poder prestar a sus clientes, y porque se lo pensarán más si existe riesgo de que estos no se lo devuelvan. La morosidad y los impagos les saldrán ahora más caros.
Hipotecas
El capítulo que probablemente más preocupa a los españoles es el de las hipotecas, la inmensa mayoría de las cuales están contratadas a un interés variable con referencia en el euríbor. Ese índice, que se calcula diariamente como el tipo medio de las operaciones de crédito interbancario de las 42 mayores entidades de la zona euro, sube y baja en función, sobre todo, de los tipos de interés que fija el Banco Central Europeo para sus operaciones de financiación. Y de hecho, ya inició una escalada alcista el mes pasado en cuanto se hizo evidente que el BCE planeaba subir el precio del dinero.
El euríbor, que marcó su mínimo histórico en marzo pasado (1,215%) alcanzó ayer su nivel más alto de los últimos veinticinco meses, con un 2,042%, sobradamente por encima de la media del mes de marzo (1,920%).
Subida
Trasladadas esas subidas a una hipoteca media, los decimales se convierten en un doloroso sablazo para cualquier economía familiar. Por ejemplo, para un préstamo a veinte años de 150.000 euros a interés de un punto más el euríbor, una subida de un cuarto de punto en ese índice supone unos doscientos euros más al año. Pero sucede que las subidas de tipos del BCE suelen alentar incrementos no proporcionales, sino mayores, del euríbor. Según algunos expertos, cada 0,25% de aumento decretado por el Banco Central Europeo son unos 310 euros anuales para la mencionada hipoteca.
Dado que la mayoría de préstamos vivienda a interés variable se revisan con carácter anual, y teniendo en cuenta que casi todos los analistas apuestan porque el BCE anunciará al menos otras dos nuevas subidas de al menos un cuarto de punto cada una este año, el préstamo citado más arriba podría encarecerse hasta 1.080 euros al año, unos noventa euros al mes.
2,042%
En máximos
El euríbor marcó ayer su máximo de los últimos veinticinco meses. El índice no para de crecer desde marzo del 2010, cuando marcó su mínimo histórico en el 1,215%.
Fuente: http://www./
