Con su última tienda en la Quinta Avenida, Inditex cierra un negocio histórico que supone, además, revalorizar una de las zonas más exclusivas de Nueva York.
Si el diablo se viste de Prada, los dioses de la Quinta Avenida lo hacen de Zara. En Nueva York, la ciudad de los rascacielos, el buque insignia de Inditex y una codiciada marca para un selecto público norteamericano acaba de subir al olimpo al protagonizar la operación inmobiliaria estrella del año en la Gran Manzana. La firma ha conjurado la crisis y ha pagado 324 millones de dólares (232 millones de euros) por 3.600 metros cuadrados en la milla de oro de Manhattan. Una superficie que equivale, por ejemplo, a medio Santiago Bernabéu.
Es decir, desembolsará 8.300 dólares (algo más de 6.000 euros) por cada americano pie cuadrado, un 36% más que el mayor registro de compraventa visto hasta ahora en el mercado. O, lo que es lo mismo, abonará 90.000 dólares (unos 64.400 euros) por cada metro cuadrado.
Hito
Todo un hito que convierte la operación en la más cara del año. Y casi de la historia, máxime tras la peor recesión en décadas, que ha cambiado las reglas económicas para iniciar una nueva etapa. Se trata, prácticamente, de las cifras más elevadas del mercado comercial neoyorquino. Y cifras ahora protagonistas en las calculadoras de los agentes inmobiliarios, que aún están estimando el impacto de la operación en los precios de la Quinta Avenida.
En una primera aproximación, expertos del sector de Nueva York estiman que Zara y la japonesa Uniqlo podrían haber elevado más de un 20% el coste de instalarse en la milla de oro neoyorquina, la más cara del mundo. ¿Por qué Uniqlo? La empresa nipona había escrito en 2010 el último capítulo del olimpo, al alquilar una tienda de 8.350 metros cuadrados por 300 millones a pagar en 15 años. En el caso de Zara, además, se trata de una operación de compra, no de un alquiler. Savills, consultora de servicios inmobiliarios que ha asesorado a Inditex, dice que “es uno de los rascacielos más caros de la urbe”.
La lucha de los dos grandes protagonistas del mercado inmobiliario se batirá precisamente en el mismo bloque, el 666 de la Quinta Avenida, donde se ubicará el local de Zara, el octavo en Manhattan y el cuarto en la Quinta Avenida, y donde Uniqlo también tiene su tienda bandera. El número que eleva a Inditex al reino inmobiliario desatará, así, un duelo de titanes en la milla de oro, donde presumirá de vecinos como Tiffany, Cartier, Abercrombie, Bulgari, Bergdorf y Salvatore Ferragamo. O como el Moma y el Rockefeller Center.
Al romper los precios del mercado, el imperio de Amancio Ortega deja atrás las historias de las grandes operaciones, escritas por Guess, Tommy Bahama, Abercrombie Kids, Tommy Hilfiger o Gucci, que desembolsa 16,5 millones anuales por una superficie de 4.200 metros cuadrados.
También hace historia por desterrar a la mismísima NBA. La asociación de baloncesto no se ha pronunciado sobre la operación, pero ya acusó en su momento a Uniqlo de pagar disparatadas rentas, afectando a los contratos a punto de finalizar y en periodo de negociación. Inditex, de hecho, tendrá que pagar 76 millones para la indemnización a la NBA por la extinción del contrato de alquiler del terreno, que aún no había caducado.
Ese importe también financiará el acondicionamiento del inmueble, propiedad de Stanley Chera Crown Acquisitions, Carlyle Group y Kushner Companies. Cuando esta inmobiliaria compró el edificio por 525 millones en 2008, también batió un récord. Ahora, se deshace de una parte, pero aún tienen más superficie en venta.
Con esta operación, Inditex, presente en 77 países, con más de 5.000 tiendas, abre su local número 50 en Estados Unidos, donde Zara, considerada cheap and chic, es una de las preferidas. Para distinguir su valor, los expertos norteamericanos distinguen que se trata de una empresa que “fabrica en su sede española, en vez de hacerlo en factorías de bajo coste asiáticas, lo que le permite distribuir más rápido que sus competidores en EEUU”.
Aunque no todo son alabanzas. En la resaca de estas grandes cifras inmobiliarias, los blogs de moda de Estados Unidos se preguntan si merece la pena “perder dinero cada mes sólo para demostrar que una empresa es capaz de pagar un local en la Quinta Avenida”. Zara no ofrece cifras, pero la inmobiliaria defiende que la ingente afluencia de visitantes en la zona hará rentable la operación.
La consultora Savills afirma, además, que la operación “equivale a un contrato de quince años de alquiler”. Con la diferencia de que “Inditex tendrá en propiedad uno de los mejores activos inmobiliarios del mundo”. Una operación “única”, como señalan desde la compañía de Amancio Ortega.
Nuevos cimientos
El edificio en el que se ubicará Zara, que data de 1957, se llamaba Tishman Building originariamente. Con él, la cadena refuerza así su presencia en Nueva York. También vende en Florida, Nevada, California, New Jersey, Texas y Washington.
El bloque ocupa tres plantas y también alberga a Uniqlo, competidora directa de la marca de Inditex. La empresa japonesa fue, precisamente, la primera en romper el mercado inmobiliario neoyorquino el año pasado.
En la milla de oro, se sitúan los grandes buques insignia de las principales marcas, como Louis Vuitton, Tiffany, Cartier, Gucci y Chanel. Entre los atractivos turísticos de la zona destacan el Moma o la Catedral de San Patricio.
Uno de los vecinos más populares de Zara, a diez minutos del nuevo local, será la archifamosa Apple Store, la única que abre 24 horas durante 365 días. Se calcula que factura unos 350 millones, lo que da idea del atractivo en ventas de la zona.
Zara no ofrece datos sobre sus previsiones de ventas. Por Nueva York, circulan 45 millones de turistas cada año. Gran parte pasa por la Quinta Avenida, la calle comercial más cara del mundo.
Fuente: http://www.expansion.com/
Si el diablo se viste de Prada, los dioses de la Quinta Avenida lo hacen de Zara. En Nueva York, la ciudad de los rascacielos, el buque insignia de Inditex y una codiciada marca para un selecto público norteamericano acaba de subir al olimpo al protagonizar la operación inmobiliaria estrella del año en la Gran Manzana. La firma ha conjurado la crisis y ha pagado 324 millones de dólares (232 millones de euros) por 3.600 metros cuadrados en la milla de oro de Manhattan. Una superficie que equivale, por ejemplo, a medio Santiago Bernabéu.
Es decir, desembolsará 8.300 dólares (algo más de 6.000 euros) por cada americano pie cuadrado, un 36% más que el mayor registro de compraventa visto hasta ahora en el mercado. O, lo que es lo mismo, abonará 90.000 dólares (unos 64.400 euros) por cada metro cuadrado.
Hito
Todo un hito que convierte la operación en la más cara del año. Y casi de la historia, máxime tras la peor recesión en décadas, que ha cambiado las reglas económicas para iniciar una nueva etapa. Se trata, prácticamente, de las cifras más elevadas del mercado comercial neoyorquino. Y cifras ahora protagonistas en las calculadoras de los agentes inmobiliarios, que aún están estimando el impacto de la operación en los precios de la Quinta Avenida.
En una primera aproximación, expertos del sector de Nueva York estiman que Zara y la japonesa Uniqlo podrían haber elevado más de un 20% el coste de instalarse en la milla de oro neoyorquina, la más cara del mundo. ¿Por qué Uniqlo? La empresa nipona había escrito en 2010 el último capítulo del olimpo, al alquilar una tienda de 8.350 metros cuadrados por 300 millones a pagar en 15 años. En el caso de Zara, además, se trata de una operación de compra, no de un alquiler. Savills, consultora de servicios inmobiliarios que ha asesorado a Inditex, dice que “es uno de los rascacielos más caros de la urbe”.
La lucha de los dos grandes protagonistas del mercado inmobiliario se batirá precisamente en el mismo bloque, el 666 de la Quinta Avenida, donde se ubicará el local de Zara, el octavo en Manhattan y el cuarto en la Quinta Avenida, y donde Uniqlo también tiene su tienda bandera. El número que eleva a Inditex al reino inmobiliario desatará, así, un duelo de titanes en la milla de oro, donde presumirá de vecinos como Tiffany, Cartier, Abercrombie, Bulgari, Bergdorf y Salvatore Ferragamo. O como el Moma y el Rockefeller Center.
Al romper los precios del mercado, el imperio de Amancio Ortega deja atrás las historias de las grandes operaciones, escritas por Guess, Tommy Bahama, Abercrombie Kids, Tommy Hilfiger o Gucci, que desembolsa 16,5 millones anuales por una superficie de 4.200 metros cuadrados.
También hace historia por desterrar a la mismísima NBA. La asociación de baloncesto no se ha pronunciado sobre la operación, pero ya acusó en su momento a Uniqlo de pagar disparatadas rentas, afectando a los contratos a punto de finalizar y en periodo de negociación. Inditex, de hecho, tendrá que pagar 76 millones para la indemnización a la NBA por la extinción del contrato de alquiler del terreno, que aún no había caducado.
Ese importe también financiará el acondicionamiento del inmueble, propiedad de Stanley Chera Crown Acquisitions, Carlyle Group y Kushner Companies. Cuando esta inmobiliaria compró el edificio por 525 millones en 2008, también batió un récord. Ahora, se deshace de una parte, pero aún tienen más superficie en venta.
Con esta operación, Inditex, presente en 77 países, con más de 5.000 tiendas, abre su local número 50 en Estados Unidos, donde Zara, considerada cheap and chic, es una de las preferidas. Para distinguir su valor, los expertos norteamericanos distinguen que se trata de una empresa que “fabrica en su sede española, en vez de hacerlo en factorías de bajo coste asiáticas, lo que le permite distribuir más rápido que sus competidores en EEUU”.
Aunque no todo son alabanzas. En la resaca de estas grandes cifras inmobiliarias, los blogs de moda de Estados Unidos se preguntan si merece la pena “perder dinero cada mes sólo para demostrar que una empresa es capaz de pagar un local en la Quinta Avenida”. Zara no ofrece cifras, pero la inmobiliaria defiende que la ingente afluencia de visitantes en la zona hará rentable la operación.
La consultora Savills afirma, además, que la operación “equivale a un contrato de quince años de alquiler”. Con la diferencia de que “Inditex tendrá en propiedad uno de los mejores activos inmobiliarios del mundo”. Una operación “única”, como señalan desde la compañía de Amancio Ortega.
Nuevos cimientos
El edificio en el que se ubicará Zara, que data de 1957, se llamaba Tishman Building originariamente. Con él, la cadena refuerza así su presencia en Nueva York. También vende en Florida, Nevada, California, New Jersey, Texas y Washington.
El bloque ocupa tres plantas y también alberga a Uniqlo, competidora directa de la marca de Inditex. La empresa japonesa fue, precisamente, la primera en romper el mercado inmobiliario neoyorquino el año pasado.
En la milla de oro, se sitúan los grandes buques insignia de las principales marcas, como Louis Vuitton, Tiffany, Cartier, Gucci y Chanel. Entre los atractivos turísticos de la zona destacan el Moma o la Catedral de San Patricio.
Uno de los vecinos más populares de Zara, a diez minutos del nuevo local, será la archifamosa Apple Store, la única que abre 24 horas durante 365 días. Se calcula que factura unos 350 millones, lo que da idea del atractivo en ventas de la zona.
Zara no ofrece datos sobre sus previsiones de ventas. Por Nueva York, circulan 45 millones de turistas cada año. Gran parte pasa por la Quinta Avenida, la calle comercial más cara del mundo.
Fuente: http://www.expansion.com/