Aunque la subida de tipos de interés parece inminente y el Euribor haya escalado hasta cerca del 2% en las últimas semanas, no hay que dejarse llevar por el pánico hipotecario y contratar cualquier producto que le ofrezcan ante la nueva situación financiera que se avecina.
Posiblemente, en su próxima revisión, le suba la cuota mensual de su préstamo. Pero no tiene por qué hacerlo de forma drástica;_ni el Euribor tiene por qué seguir avanzando a un ritmo vertiginoso. Antes de abrir el paraguas de las coberturas hipotecarias, hay que asegurarse de cuál va a ser la intensidad del chaparrón y del coste que puede asumir.
Para la mayoría de los analistas, el Euribor "no tiene por qué registrar grandes variaciones, porque ya ha descontado la subida de tipos y la tensión en el mercado financiero", explica Carlos Orduña, presidente de los economistas asesores financieros del Colegio Oficial de Economistas. Sin embargo, este experto sí señala que "nos encontramos ante una tendencia alcista", que puede llevar al índice hasta el 2,25% a finales de este año.
Para Gregorio Izquierdo, director de Estudios del Instituto de Estudios Económicos (IEE), el Euribor puede llegar al 2,2% en junio y un poco más a finales de año. "Pero no mucho más, porque las últimas subidas responden a expectativas anticipadas", indica Izquierdo.
Alzas limitadas
De hecho, una revisión con el Euribor actual (1,94% hasta el 11 de marzo), para una hipoteca media de 116.860 euros a 25 años, supondrá un coste adicional de unos 47 euros al mes. Si se confirmasen las previsiones, con el Euribor al 2,25% a finales de año, la cuota de esa hipoteca subiría unos 44 euros al mes con respecto al dato de diciembre de 2010.
Por tanto, "las cuotas no van a subir a velocidad de vértigo", indica Manuel Pardos, presidente de la Asociación de Usuarios de Bancos (Adicae). "Hay que quitar un poco de miedo", afirma.
Sin embargo, algunas entidades redoblan esfuerzos para comercializar diversos productos con los que se pueden cubrir ante el ascenso del indicador más utilizado para calcular las hipotecas.
Tras la experiencia de los años en los que el indicador superó el 5%, y que llevó a muchos clientes a contratar productos complejos, hay que saber diferenciar entre un seguro y otras herramientas bancarias. "Muchos de estos productos que venden las entidades no son seguros, sino complejos productos financieros", indican fuentes de la Asociación Empresarial del Seguro (Unespa).
Límites hipotecarios
Uno de los productos que puede contratar son los seguros que protegen contra la subida del Euribor, por encima de un máximo fijado. El asegurado pagará una prima a cambio de que la entidad se compromete a establecer un techo en el tipo de interés que le cobra en la hipoteca.
Hay que asegurarse de que la prima que se paga no va a ser superior a la cuota que resulte si la evolución del Euribor fuera muy alcista. Porque, entonces, la protección del seguro sería más cara que la propia subida de la cuota.
Otra posibilidad es que acepte un cambio de su tipo de interés variable por uno fijo. En este caso, el peligro es que el tipo fijo que se contrate sea muy superior a lo que el Euribor puede llegar a subir en el próximo año.
Si sus finanzas pasan por una situación demasiado delicada, puede refinanciar su préstamo. Una opción es solicitar un periodo de carencia en el que no pague intereses. La cuota se reducirá, pero acumulará más intereses a pagar cuando acabe ese periodo de "gracia".
Lo que debe rechazar es cualquier producto derivado. Habitualmente, se comercializan como seguros, pero, en realidad, son "swaps" o "clips". "Son legales", explica Manuel Pardo, de Adicae. "Pero el banco debe informar claramente para no confundir al cliente", indica Pardo, como ocurrió durante 2008, con los tipos de interés en máximos.
Fuente: http://www.finanzas.com/
Posiblemente, en su próxima revisión, le suba la cuota mensual de su préstamo. Pero no tiene por qué hacerlo de forma drástica;_ni el Euribor tiene por qué seguir avanzando a un ritmo vertiginoso. Antes de abrir el paraguas de las coberturas hipotecarias, hay que asegurarse de cuál va a ser la intensidad del chaparrón y del coste que puede asumir.
Para la mayoría de los analistas, el Euribor "no tiene por qué registrar grandes variaciones, porque ya ha descontado la subida de tipos y la tensión en el mercado financiero", explica Carlos Orduña, presidente de los economistas asesores financieros del Colegio Oficial de Economistas. Sin embargo, este experto sí señala que "nos encontramos ante una tendencia alcista", que puede llevar al índice hasta el 2,25% a finales de este año.
Para Gregorio Izquierdo, director de Estudios del Instituto de Estudios Económicos (IEE), el Euribor puede llegar al 2,2% en junio y un poco más a finales de año. "Pero no mucho más, porque las últimas subidas responden a expectativas anticipadas", indica Izquierdo.
Alzas limitadas
De hecho, una revisión con el Euribor actual (1,94% hasta el 11 de marzo), para una hipoteca media de 116.860 euros a 25 años, supondrá un coste adicional de unos 47 euros al mes. Si se confirmasen las previsiones, con el Euribor al 2,25% a finales de año, la cuota de esa hipoteca subiría unos 44 euros al mes con respecto al dato de diciembre de 2010.
Por tanto, "las cuotas no van a subir a velocidad de vértigo", indica Manuel Pardos, presidente de la Asociación de Usuarios de Bancos (Adicae). "Hay que quitar un poco de miedo", afirma.
Sin embargo, algunas entidades redoblan esfuerzos para comercializar diversos productos con los que se pueden cubrir ante el ascenso del indicador más utilizado para calcular las hipotecas.
Tras la experiencia de los años en los que el indicador superó el 5%, y que llevó a muchos clientes a contratar productos complejos, hay que saber diferenciar entre un seguro y otras herramientas bancarias. "Muchos de estos productos que venden las entidades no son seguros, sino complejos productos financieros", indican fuentes de la Asociación Empresarial del Seguro (Unespa).
Límites hipotecarios
Uno de los productos que puede contratar son los seguros que protegen contra la subida del Euribor, por encima de un máximo fijado. El asegurado pagará una prima a cambio de que la entidad se compromete a establecer un techo en el tipo de interés que le cobra en la hipoteca.
Hay que asegurarse de que la prima que se paga no va a ser superior a la cuota que resulte si la evolución del Euribor fuera muy alcista. Porque, entonces, la protección del seguro sería más cara que la propia subida de la cuota.
Otra posibilidad es que acepte un cambio de su tipo de interés variable por uno fijo. En este caso, el peligro es que el tipo fijo que se contrate sea muy superior a lo que el Euribor puede llegar a subir en el próximo año.
Si sus finanzas pasan por una situación demasiado delicada, puede refinanciar su préstamo. Una opción es solicitar un periodo de carencia en el que no pague intereses. La cuota se reducirá, pero acumulará más intereses a pagar cuando acabe ese periodo de "gracia".
Lo que debe rechazar es cualquier producto derivado. Habitualmente, se comercializan como seguros, pero, en realidad, son "swaps" o "clips". "Son legales", explica Manuel Pardo, de Adicae. "Pero el banco debe informar claramente para no confundir al cliente", indica Pardo, como ocurrió durante 2008, con los tipos de interés en máximos.
Fuente: http://www.finanzas.com/