El adelgazamiento del Gobierno de mayo tuvo como consecuencia la desaparición del Ministerio de Vivienda, que se integró en el de Fomento como una Secretaría de Estado. No era un buen síntoma que, en plena crisis del modelo inmobiliario que ha imperado en España en los últimos años, desapareciera el organismo cuyo principio inspirador era cambiarlo. Pero no era la única ni la última mala noticia.
El draconiano recorte de gasto que se ha impuesto en las Administraciones Públicas ha llevado a que el Ministerio de Fomento haya prescindido de los delegados del Instituto Nacional de Estadística (INE) que trabajaban elaborando las estadísticas del ramo. Ahora, quien tiene encargado este menester es la persona que con anterioridad se dedicaba a la coordinación de las ayudas europeas de Fomento.
Que sean técnicos del INE los que elaboran estos informes imprime un marchamo de calidad a los mismos. Que sea alguien que no procede de ese organismo y que no tiene formación estadística, en cambio, siembra la sombra de la duda en ellas. No sólo porque a partir de ahora las tablas que presente el Ministerio puedan haber estado manipuladas, sino porque nadie mejor que los expertos del INE conocen las técnicas específicas para medir las dinámicas del mercado inmobiliario. ¿Sabrán discernir uno de los aspectos que más puede distorsionar la estadística de transmisiones, el de las daciones en pago? ¿O las regresiones que hay que realizar para analizar la evolución de los precios? Los que más saben de estadísticas inmobiliarias en España lo ponen en duda.
Justo ahora cuando el mercado inmobiliario español necesita transparencia y confianza, el Ministerio prescinde de quienes mejor podrían proporcionarlas.
Fuente: http://www.finanzas.com/
El draconiano recorte de gasto que se ha impuesto en las Administraciones Públicas ha llevado a que el Ministerio de Fomento haya prescindido de los delegados del Instituto Nacional de Estadística (INE) que trabajaban elaborando las estadísticas del ramo. Ahora, quien tiene encargado este menester es la persona que con anterioridad se dedicaba a la coordinación de las ayudas europeas de Fomento.
Que sean técnicos del INE los que elaboran estos informes imprime un marchamo de calidad a los mismos. Que sea alguien que no procede de ese organismo y que no tiene formación estadística, en cambio, siembra la sombra de la duda en ellas. No sólo porque a partir de ahora las tablas que presente el Ministerio puedan haber estado manipuladas, sino porque nadie mejor que los expertos del INE conocen las técnicas específicas para medir las dinámicas del mercado inmobiliario. ¿Sabrán discernir uno de los aspectos que más puede distorsionar la estadística de transmisiones, el de las daciones en pago? ¿O las regresiones que hay que realizar para analizar la evolución de los precios? Los que más saben de estadísticas inmobiliarias en España lo ponen en duda.
Justo ahora cuando el mercado inmobiliario español necesita transparencia y confianza, el Ministerio prescinde de quienes mejor podrían proporcionarlas.
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