La trayectoria del sector inmobiliario tras la crisis plantea cambiar ciertos aspectos o invertir en nuevas líneas de mercado a los agentes inmobiliarios para salir airosamente de esta recesión. Desde Urban Land Institute (ULI), una organización sin ánimo de lucro destinada a fomentar el uso responsable del suelo urbano, señalan algunas claves para reimpulsar el desarrollo del sector. Éstas son las más importantes:
Orientar las políticas para que el mercado del alquiler sea más accesible a los jóvenes, el principal público demandante de vivienda del mercado. “La realidad es que la vivienda en propiedad sigue siendo un lastre para la dinamización el mercado, ya que los jóvenes encuentran muy pocas posibilidades de compra”, apunta José Luis Suárez, profesor del IESE de Madrid. Asimismo, Suárez apunta que el parque de viviendas protegidas debería destinarse al alquiler para la población joven: “la política de vivienda protegida debería ir más orientada al alquiler y financiar al individuo que lo necesite en un periodo de su vida, no a los promotores”. Aunque también apuntan que es importante reforzar la seguridad jurídica dle propietario.
Penalizar con mayor dureza la compra de vivienda con fines especulativos. “La corrupción ha empañado mucho la imagen del sector”, apunta Alfonso Benavides, abogado de Clifford Chance, “hay tramitar con mayor agilidad las resoluciones judiciales y aplicar castigos ejemplares a los especuladores hasta sus últimas consecuencias para evitar la sensación de impunidad respecto a desfalcos urbanísticos”.
Homogeneizar todas las normativas y ordenanzas de las diferentes legislaciones urbanísticas. “Es muy difícil trabajar con 17 legislaciones urbanísticas autonómicas diferentes y si sumamos las legislaciones de cada ayuntamiento contamos con 40.000 legislaciones diferentes”, afirma Benavides, “se deberían compartir los métodos de gestión y evitar los ‘reinos de Taifas’ que hay en la situación actual”.
Homogeneizar las definiciones de los indicadores estadísticos del sector, así como los criterios de cálculo y la medición de los metros cuadrados.
Revisar los impuestos y tasas locales, ya que la financiación local está soportada por el suelo y encarece el proceso de venta de los mismos. “No se puede tardar cinco años en transformar el suelo para la edificación de la vivienda”, asegura Suárez. Desde el ULI aconsejan gestionar la ordenación del suelo por las Comunidades Autónomas y Planes Regionales.
Fuente: http://www.pisos.com/
Orientar las políticas para que el mercado del alquiler sea más accesible a los jóvenes, el principal público demandante de vivienda del mercado. “La realidad es que la vivienda en propiedad sigue siendo un lastre para la dinamización el mercado, ya que los jóvenes encuentran muy pocas posibilidades de compra”, apunta José Luis Suárez, profesor del IESE de Madrid. Asimismo, Suárez apunta que el parque de viviendas protegidas debería destinarse al alquiler para la población joven: “la política de vivienda protegida debería ir más orientada al alquiler y financiar al individuo que lo necesite en un periodo de su vida, no a los promotores”. Aunque también apuntan que es importante reforzar la seguridad jurídica dle propietario.
Penalizar con mayor dureza la compra de vivienda con fines especulativos. “La corrupción ha empañado mucho la imagen del sector”, apunta Alfonso Benavides, abogado de Clifford Chance, “hay tramitar con mayor agilidad las resoluciones judiciales y aplicar castigos ejemplares a los especuladores hasta sus últimas consecuencias para evitar la sensación de impunidad respecto a desfalcos urbanísticos”.
Homogeneizar todas las normativas y ordenanzas de las diferentes legislaciones urbanísticas. “Es muy difícil trabajar con 17 legislaciones urbanísticas autonómicas diferentes y si sumamos las legislaciones de cada ayuntamiento contamos con 40.000 legislaciones diferentes”, afirma Benavides, “se deberían compartir los métodos de gestión y evitar los ‘reinos de Taifas’ que hay en la situación actual”.
Homogeneizar las definiciones de los indicadores estadísticos del sector, así como los criterios de cálculo y la medición de los metros cuadrados.
Revisar los impuestos y tasas locales, ya que la financiación local está soportada por el suelo y encarece el proceso de venta de los mismos. “No se puede tardar cinco años en transformar el suelo para la edificación de la vivienda”, asegura Suárez. Desde el ULI aconsejan gestionar la ordenación del suelo por las Comunidades Autónomas y Planes Regionales.
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