El pinchazo inmobiliario español ha destruido ya 153.000 empresas


El sector inmobiliario fue la mecha de la crisis en EEUU, Reino Unido, Irlanda o España. Pero posiblemente es en este último país donde con más alegría se vivió la cresta de la ola y, por tanto, donde la digestión de los excesos resulta más pesada. “El conglomerado promoción- construcción-inmobiliario- hipotecario español es un caso excepcional en el mundo. Todos los indicadores son anómalos respecto a los del resto de economías avanzadas”, argumentan los expertos de Axesor en un informe sobre La verdadera dimensión de la crisis del macrosector de la construcción, al que ha tenido acceso EXPANSIÓN.

Los datos son elocuentes. A pesar de que el 18% de las viviendas están vacías, España siguió construyendo un número desproporcionado de pisos. El alquiler sólo representa un 13,5% del mercado. El 60% del crédito total de la economía sigue vinculado al sector inmobiliario y el 95% de las hipotecas se contrataron a tipos de interés variable. El resultado es que , tras años después del pinchazo, el futuro de familias, empresas y entidades financieras sigue sujeto a esta actividad.

Según datos de Axesor, el 41% de las empresas activas a finales de 2009 en España todavía seguían ligadas a este macrosector. Y eso a pesar de que desde el punto más álgido de la burbuja hasta mediados de este año han desaparecido 153.000 sociedades. Entre otras actividades, 26.692 promotoras; 47.942 constructoras; 50.000 inmobiliarias; y otras 25.000 relacionadas con servicios, comercio e industrias auxiliares.

Las grandes corporaciones del sector, en especial las constructoras de obra civil, han salvado la crisis gracias a los resultados de sus filiales en el exterior. Pero que cuatro de cada diez empresas en España estén vinculadas al presente y futuro del ladrillo habla por sí solo de los problemas de competitividad de la economía nacional. Es decir, muchas son pymes que crecieron al abrigo de la expansión inmobiliaria y no han tenido contacto con otros mercados.

Axesor estima que 2010 se cerrará con un retroceso del 7,38% en la creación de empresas relacionadas con el macrosector de la construcción. Descenso que se une a una caída acumulada del 84% desde que pinchó la burbuja.

“Junto a la recuperación del crédito y el acceso a la financiación y la mejora en los plazos de cumplimiento de pago, otros factores que condicionarán el futuro del sector en los próximos trimestres serán las expectativas de mayores caídas de precios que existan entre los potenciales compradores, la influencia que los incentivos fiscales tengan sobre el comportamiento de los agentes, la evolución que siga el desempleo y la capacidad de pago de los hogares y, finalmente, el ritmo de ajuste del stock de viviendas, el cual, por un lado, indica a los compradores la capacidad que tienen para presionar a los vendedores, y, por otro, predice caídas en los precios en los siguientes periodos”, concluyen los autores del estudio.

La previsión de los principales analistas es que el paro se mantendrá en tasas cercanas al 20% un año más. Por tanto, no se prevé una mejora en la demanda de inmuebles. A ello se une el fin de la deducción en el IRPF por la compra de vivienda habitual.

Morosidad
1. El 22,09% de las empresas activas del sector de la construcción incurrió en algún tipo de incidencia por impago a lo largo de 2009, frente al 6,5% de empresas incumplidoras en 2006.

2. Al sector de la construcción le siguen en el ránking la promoción inmobiliaria y la industria manufacturera auxiliar, ambas con unas ratios de incumplimiento en 2009 del 17%.

3. El total de insolvencias judiciales del macrosector de la construcción fue superior al total de concursos de acreedores del resto de sectores de la economía en 2008 y en 2009.

4. La prima de riesgo asociada a los créditos concedidos al sector inmobiliario se ha disparado desde el 2007 –en plena cresta de la burbuja– hasta la primera mitad del 2010 desde 0,91% hasta el 8,81%.

5. Esto significa que la rentabilidad exigida a un crédito para el sector inmobiliario (compuesta por la rentabilidad libre de riesgo más la prima de riesgo) se ha visto incrementada debido a la pérdida de calidad crediticia de las empresas.

Fuente: http://www.expansion.com/
 
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