La fama del arquiteco Joaquín Torres, del estudio A-cero, ha crecido como la espuma en la última década. Su faceta más conocida, la de 'arquitecto de los famosos', ha eclipsado la apuesta más interesante de Torres, la vivienda modular. Una casa hecha en fábrica que el cliente se puede llevar 'puesta'.
Casi al mismo ritmo que bajaba la construcción generalizada de viviendas en España, subía la fama del solicitado arquitecto Joaquín Torres, socio del estudio A-Cero.
Joaquín Torres nació en 1970 en Barcelona, pero vivió y estudió en La Coruña. Allí abrió su primer estudio en 1996 con otros dos compañeros de carrera. Uno de ellos, Rafael Llamazares, colaborador y amigo, es en la actualidad su socio en el estudio de arquitectura y urbanismo A-Cero, uno de los más internacionales del país. Allí trabajan más de 70 arquitectos y tienen oficinas en Madrid, La Coruña, Republica Dominicana, Vietnam, Rusia y Dubai (en el pequeño y rico emirato se ha encargado de siete torres en una de las famosas palmeras artificiales)
El salto a Madrid lo dio en el año 2000. El buen momento -con la construcción en pleno auge- y su concepción del estudio de arquitectura como una empresa, permitieron a Joaquín hacerse un nombre en el mercado. Pero sin duda fue el desarrollo de varios proyectos para personas relevantes, y la elección por parte de Luis García Cereceda, constructor y promotor de la lujosa urbanización de La Finca (Pozuelo de Alarcón) de Madrid, como su arquitecto, lo que le catapultó. El propio Torres confiesa que con 'La Finca'le tocó la lotería.
El lado más humano
En 2009 protagonizó ‘El Secreto’ un ‘docureality’ de Antena 3 en el que Torres se infiltraba dentro de un ambiente social desfavorecido de la mano de varias ONG dedicadas a ayudar a toxicómanos. Interpretaba el papel de un trabajador social sin revelar su identidad hasta el final.
El arquitecto reconocía después: "Mentiría si dijera que me apunté a esta experiencia por una cuestión humanitaria. De hecho, al principio me negué, pero mi mujer me dijo que lo hiciera, que no había nada que perder y que empresarialmente podría venirnos bien". Muestra de que en la empresa A-Cero, nada se deja al azar… Pero esa frialdad le aguantó solo unas horas: "Al día de estar allí, en contacto con esta gente, lo personal se impuso". Reconoció que la experiencia le tocó de cerca y tanto le cambió que aún sigue colaborando con varias de esas ONG´s.
Arquitectura de consumo y casas para todos: el verdadero proyecto de futuro de Torres
Las ‘casas de famosos’ son sólo una pequeña porción de la tarta A-Cero. El estudio proyecta también oficinas, rascacielos, dirige las obras, y si pueden, realizan el interiorismo y la decoración. Un concepto ‘llave en mano’ para que nada se les escape. Una maravilla para algunos clientes, una pérdida de identidad para otros detractores, pero desde luego el sueño de cualquier artista.
A-Cero se entiende y gestiona como una empresa, como una marca. Torres no descuida nada y los sueños de crecimiento pasan también por llegar al público generalista, que su arquitectura se consuma. Para ello ha lanzado un concepto de arquitectura modular basado en los principios de la construcción industrializada y las cadenas de montaje. Las ventajas de la misma: producción en taller y montaje en obra, ofrecen unos tiempos finales más cortos y un baremo calidad-precio muy competitivo. Como indica el propio Torres, "dicho sistema no es exclusivo de la construcción residencial, sino que el mismo sistema podría ser aplicado posteriormente a otras tipologías edificatorias tales como colegios, oficinas y residencias sociales".
Además, se quita de un plumazo la opinión del cliente, algo que supongo no pudo hacer con Raúl o Alejandro Sanz. "La gente muy a menudo no sabe lo que quiere”, confesaba Torres en una entrevista. "De lo que te dicen el primer día a lo que acabamos haciendo suele haber grandes diferencias", apunta. "La vivienda a la carta es el proyecto más complicado que hay y, sin duda, el más pesado, porque, como es normal, el cliente se implica en todo, y acaba resultando muy pesado".
Eso no le pasará en su “supermercado de viviendas”, allí, la casa te la encuentras ya hecha. Si le gusta el estilo de A-Cero, tiene 84.00 euros, y tiene donde plantarla, podría ya adquirir, una de estas viviendas. En concreto, el modelo Basic A.1 de 70 m2 útiles y dos dormitorios. Si sus pretensiones son mayores, las tiene hasta de 252.000 euros y 200 m2. Eso sí, podría ocurrir que un día fuera invitado a cenar a una casa y al entrar sufriera una especie de ‘déjà vu’ pensando que entra en la suya. Yo, la verdad, como ni tengo donde ponerla, ni los 84.000 euros encima, seguiré soñando yo solita cómo es la casa de mis sueños.
Casi al mismo ritmo que bajaba la construcción generalizada de viviendas en España, subía la fama del solicitado arquitecto Joaquín Torres, socio del estudio A-Cero.
Joaquín Torres nació en 1970 en Barcelona, pero vivió y estudió en La Coruña. Allí abrió su primer estudio en 1996 con otros dos compañeros de carrera. Uno de ellos, Rafael Llamazares, colaborador y amigo, es en la actualidad su socio en el estudio de arquitectura y urbanismo A-Cero, uno de los más internacionales del país. Allí trabajan más de 70 arquitectos y tienen oficinas en Madrid, La Coruña, Republica Dominicana, Vietnam, Rusia y Dubai (en el pequeño y rico emirato se ha encargado de siete torres en una de las famosas palmeras artificiales)
El salto a Madrid lo dio en el año 2000. El buen momento -con la construcción en pleno auge- y su concepción del estudio de arquitectura como una empresa, permitieron a Joaquín hacerse un nombre en el mercado. Pero sin duda fue el desarrollo de varios proyectos para personas relevantes, y la elección por parte de Luis García Cereceda, constructor y promotor de la lujosa urbanización de La Finca (Pozuelo de Alarcón) de Madrid, como su arquitecto, lo que le catapultó. El propio Torres confiesa que con 'La Finca'le tocó la lotería.
El lado más humano
En 2009 protagonizó ‘El Secreto’ un ‘docureality’ de Antena 3 en el que Torres se infiltraba dentro de un ambiente social desfavorecido de la mano de varias ONG dedicadas a ayudar a toxicómanos. Interpretaba el papel de un trabajador social sin revelar su identidad hasta el final.
El arquitecto reconocía después: "Mentiría si dijera que me apunté a esta experiencia por una cuestión humanitaria. De hecho, al principio me negué, pero mi mujer me dijo que lo hiciera, que no había nada que perder y que empresarialmente podría venirnos bien". Muestra de que en la empresa A-Cero, nada se deja al azar… Pero esa frialdad le aguantó solo unas horas: "Al día de estar allí, en contacto con esta gente, lo personal se impuso". Reconoció que la experiencia le tocó de cerca y tanto le cambió que aún sigue colaborando con varias de esas ONG´s.
Arquitectura de consumo y casas para todos: el verdadero proyecto de futuro de Torres
Las ‘casas de famosos’ son sólo una pequeña porción de la tarta A-Cero. El estudio proyecta también oficinas, rascacielos, dirige las obras, y si pueden, realizan el interiorismo y la decoración. Un concepto ‘llave en mano’ para que nada se les escape. Una maravilla para algunos clientes, una pérdida de identidad para otros detractores, pero desde luego el sueño de cualquier artista.
A-Cero se entiende y gestiona como una empresa, como una marca. Torres no descuida nada y los sueños de crecimiento pasan también por llegar al público generalista, que su arquitectura se consuma. Para ello ha lanzado un concepto de arquitectura modular basado en los principios de la construcción industrializada y las cadenas de montaje. Las ventajas de la misma: producción en taller y montaje en obra, ofrecen unos tiempos finales más cortos y un baremo calidad-precio muy competitivo. Como indica el propio Torres, "dicho sistema no es exclusivo de la construcción residencial, sino que el mismo sistema podría ser aplicado posteriormente a otras tipologías edificatorias tales como colegios, oficinas y residencias sociales".
Además, se quita de un plumazo la opinión del cliente, algo que supongo no pudo hacer con Raúl o Alejandro Sanz. "La gente muy a menudo no sabe lo que quiere”, confesaba Torres en una entrevista. "De lo que te dicen el primer día a lo que acabamos haciendo suele haber grandes diferencias", apunta. "La vivienda a la carta es el proyecto más complicado que hay y, sin duda, el más pesado, porque, como es normal, el cliente se implica en todo, y acaba resultando muy pesado".
Eso no le pasará en su “supermercado de viviendas”, allí, la casa te la encuentras ya hecha. Si le gusta el estilo de A-Cero, tiene 84.00 euros, y tiene donde plantarla, podría ya adquirir, una de estas viviendas. En concreto, el modelo Basic A.1 de 70 m2 útiles y dos dormitorios. Si sus pretensiones son mayores, las tiene hasta de 252.000 euros y 200 m2. Eso sí, podría ocurrir que un día fuera invitado a cenar a una casa y al entrar sufriera una especie de ‘déjà vu’ pensando que entra en la suya. Yo, la verdad, como ni tengo donde ponerla, ni los 84.000 euros encima, seguiré soñando yo solita cómo es la casa de mis sueños.
VIVIENDAS DISEÑAS POR JOAQUIN TORRES