Más de un millón de viviendas construidas en España para uso particular durante el "boom" inmobiliario y que ahora se han puesto a la venta incorporan un sobrecoste de 26.000 euros en seguros de daños, según la correduría de seguros de construcción GTG.
En un comunicado, GTG explicó hoy que los propietarios de estos inmuebles se están viendo en la tesitura de trasladar a los compradores este "gasto innecesario", que corresponde a la participación de un organismo de control técnico como requisito para contratar los seguros a diez años.
Añadió que determinadas aseguradoras han llevado a cabo esta práctica "arbitrariamente" desde el año 2000, pese a que esto no está recogido ni por la Ley de Ordenación ni por el Código Técnico de la Edificación.
Según la correduría de seguros, los pequeños "autopromotores" podrían rebajar el coste de su póliza decenal en 4.000 euros con sólo prescindir del informe de los operadores de control, que no es obligatorio "en ningún caso".
Asimismo, indicó que también podrían ahorrarse otros 18.000 euros por las pruebas de verificación de estructura, y 4.000 euros más por la reparación de los desperfectos ocasionados por la toma de muestras para comprobar la calidad de la construcción.
Para el director general de GTG, Adrián Sánchez, estos "elevados costes" hacen que se frustren muchas de las transacciones emprendidas por los dueños de una casa que quieren ponerla a la venta.
Además, este mercado de viviendas se concentra principalmente en las zonas rurales del interior de la Península, donde, según GTG, existe "una gran cantidad" de propietarios de clase media que durante los años de bonanza inmobiliaria destinaron varios terrenos de su propiedad a construir una segunda residencia.
La consultoría apuntó que rebajar estos sobrecostes resulta "crucial" para cerrar las compraventas y dinamizar el mercado inmobiliario, dado que puede traducirse en rebajas de entre el 13,4%, en el caso de viviendas unifamiliares, con un coste en plano de 200.000 euros, y el 21,6% para las de 120.000 euros.
Fuente: http://www.expansion.com/
En un comunicado, GTG explicó hoy que los propietarios de estos inmuebles se están viendo en la tesitura de trasladar a los compradores este "gasto innecesario", que corresponde a la participación de un organismo de control técnico como requisito para contratar los seguros a diez años.
Añadió que determinadas aseguradoras han llevado a cabo esta práctica "arbitrariamente" desde el año 2000, pese a que esto no está recogido ni por la Ley de Ordenación ni por el Código Técnico de la Edificación.
Según la correduría de seguros, los pequeños "autopromotores" podrían rebajar el coste de su póliza decenal en 4.000 euros con sólo prescindir del informe de los operadores de control, que no es obligatorio "en ningún caso".
Asimismo, indicó que también podrían ahorrarse otros 18.000 euros por las pruebas de verificación de estructura, y 4.000 euros más por la reparación de los desperfectos ocasionados por la toma de muestras para comprobar la calidad de la construcción.
Para el director general de GTG, Adrián Sánchez, estos "elevados costes" hacen que se frustren muchas de las transacciones emprendidas por los dueños de una casa que quieren ponerla a la venta.
Además, este mercado de viviendas se concentra principalmente en las zonas rurales del interior de la Península, donde, según GTG, existe "una gran cantidad" de propietarios de clase media que durante los años de bonanza inmobiliaria destinaron varios terrenos de su propiedad a construir una segunda residencia.
La consultoría apuntó que rebajar estos sobrecostes resulta "crucial" para cerrar las compraventas y dinamizar el mercado inmobiliario, dado que puede traducirse en rebajas de entre el 13,4%, en el caso de viviendas unifamiliares, con un coste en plano de 200.000 euros, y el 21,6% para las de 120.000 euros.
Fuente: http://www.expansion.com/