¿Cambió los estudios por el ladrillo? El Gobierno le buscará salidas


El Ejecutivo asegura que empieza a verse la luz al final del túnel, y se marca como prioridad recuperar el diálogo social con sindicatos y empresarios.

El Gobierno se ha marcado como prioridad, dentro de una nueva agenda social, la difícil tarea de encontrar una salida para los miles de jóvenes que en su día abandonaron los estudios y se subieron al carro del 'boom' inmobiliario. Aquellos que obviaron su formación futura ante el espejismo del mucho dinero fácil que ofrecía el ladrillo y que hoy se encuentran sin alternativa. Junto a estos, ese nuevo esquema de prioridades, que pasa también por recuperar cuanto antes el diálogo con sindicatos y empresarios, incluye a los parados mayores de 45 años, otro de los colectivos más castigados por la crisis.

Así lo explicó este domingo el nuevo 'hombre fuerte' del Ejecutivo, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien insistió en la necesidad de continuar con las reformas estructurales no sólo para adelantar la salida de la crisis, sino para sentar las bases de un nuevo modelo productivo que confiera estabilidad, crecimiento y competitividad a la economía española. "Empezaremos por buscar soluciones para aquellos que se encontraron en la crisis sin comérselo ni bebérselo", afirmó.

Para sacar adelante esa ardua labor, el vicepresidente primero tiene claro que una de las claves es "transmitir confianza" en que lo que se está haciendo servirá para mejorar las posibilidades del país. "Estamos en la dirección adecuada y vamos a apretar los dientes y a explicar", sentenció durante un mitin en Cádiz, circunscripción por la que es diputado el también ministro del Interior. Ese mensaje de ligero optimismo lo apuntaló Rubalcaba en los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre, durante el que el desempleo cayó por primera vez en lo que llevamos de crisis.

En concreto, la mejora fue de 70.800 personas. "Ahora, poco a poco, parece que vemos la luz al final del túnel; es verdad que el empleo crece de forma frágil y muy despacio, pero hay algunos elementos aquí y allá que nos permiten al menos saber que vamos en la dirección adecuada", concluyó.

El reto es enorme. El millón de jóvenes que se ha 'caído del andamio' se enfrentan hoy a un panorama desolador, sin apenas conocimientos y sabedores de que las 800.000 viviendas anuales que se llegaron a construir en España durante los años de bonanza no volverán jamás. Los datos de esa misma EPA que insinúa 'brotes verdes' revelan también que la construcción sigue perdiendo empleos.

Otro futuro

Rubalcaba, como también en alguna ocasión ha señalado el nuevo ministro de Vivienda, José Blanco, auguró, no obstante, un futuro al segmento inmobiliario. "Hemos construido mucho y comprado mas casas de las que podríamos comprar, pero eso no significa que dejemos de hacerlo del todo; no podemos pasar del empacho a no comer nada, y habrá apuestos de trabajo en el sector inmobiliario, que tiene que pasar a tener la dimensión correcta".

Esa línea de prioridades pasa, según el gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero, por involucrar en la misión a los agentes sociales, y a ministerios como Educación, Trabajo o Ciencia y Tecnología. Como apuntó Rubalcaba, el Gobierno quiere abordar también reformas educativas "porque un euro en educación son puntos de Producto Interior Bruto (PIB) en el futuro". Como también se presenta esencial la innovación y la colaboración entre universidad y empresa ya que, añadió, "no podemos tener el mismo sistema de ciencia y tecnología de hace 15 o 20 años".

Diálogo social

Otra de las tareas que el Ejecutivo quiere resolver a corto plazo es la de recuperar el diálogo social con sindicatos y empresarios. CCOO y UGT han anunciado un 'otoño caliente' para intentar frenar la reforma laboral, mientras la patronal atraviesa un momento complicado, pues el próximo 20 de diciembre la organización celebra elecciones para elegir a un nuevo presidente.

Rubalcaba reconoció que se han pasado "unos meses difíciles" (en referencia a la huelga general del 29-S) pero subrayó que "merece la pena intentarlo y lo vamos a intentar, porque las reformas solo serán útiles del todo si se comparten". Y no ahorró en guiños a los sindicatos o, al menos, en tirones de oreja a la CEOE al recalcar que lo que hará el Gobierno "no es lo que propone la derecha de trabajar más y ganar menos a través de portavoces a veces no muy cualificados", en clara referencia a Gerardo Díaz Ferrán.

Fuente: http://www.finanzas.com/
 
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