El discurso del Gobierno sobre que el ajuste del mercado de la vivienda ha tocado fondo es puesto en duda por los expertos, que siguen vinculando una hipotética recuperación a una mayor caída de los precios. Es cierto que las compraventas se han animado en los últimos meses, alentadas por la subida del IVA y el fin de la desgravación fiscal a partir de 2011.
Pero no deja de ser un tirón coyuntural, como certifican las cifras de actividad industrial. Según el Ministerio, el número de viviendas libres iniciadas (una estimación a partir de los visados concedidos) fue de 17.878 en el segundo trimestre del año, un 13,4% menos que en 2009.
La cifra está a años luz de los 170.000 pisos iniciados en el tercer trimestre de 2006, antes del desplome del mercado. Y la caída de los últimos doce meses llega al 42,7%. Tampoco la vivienda protegida muestra un mayor dinamismo: el descenso en la actividad es del 27%. La actividad, por tanto, sigue bajo mínimos.
El elevado stock (entre 700.000 y un millón de unidades), la incertidumbre económica y, especialmente, la restricción de crédito desalientan cualquier iniciativa. Si en 2009 el cierre de la financiación se cebó en los particulares (ahora se está abriendo la mano, sobre todo para los pisos que venden los bancos), ahora lo hace en la construcción de nuevas viviendas. Y eso que hay algunas regiones en las que el stock es ya casi inexistente y habría demanda potencial. Se da por hecho que la hibernación continuará hasta finales de año. En 2011, los bancos y su política de concesión de nuevos créditos al sector volverá a ser clave.
Fuente: http://www.expansion.com/
Pero no deja de ser un tirón coyuntural, como certifican las cifras de actividad industrial. Según el Ministerio, el número de viviendas libres iniciadas (una estimación a partir de los visados concedidos) fue de 17.878 en el segundo trimestre del año, un 13,4% menos que en 2009.
La cifra está a años luz de los 170.000 pisos iniciados en el tercer trimestre de 2006, antes del desplome del mercado. Y la caída de los últimos doce meses llega al 42,7%. Tampoco la vivienda protegida muestra un mayor dinamismo: el descenso en la actividad es del 27%. La actividad, por tanto, sigue bajo mínimos.
El elevado stock (entre 700.000 y un millón de unidades), la incertidumbre económica y, especialmente, la restricción de crédito desalientan cualquier iniciativa. Si en 2009 el cierre de la financiación se cebó en los particulares (ahora se está abriendo la mano, sobre todo para los pisos que venden los bancos), ahora lo hace en la construcción de nuevas viviendas. Y eso que hay algunas regiones en las que el stock es ya casi inexistente y habría demanda potencial. Se da por hecho que la hibernación continuará hasta finales de año. En 2011, los bancos y su política de concesión de nuevos créditos al sector volverá a ser clave.
Fuente: http://www.expansion.com/
