Es la comidilla de La Coruña. Uno de sus más ilustres vecinos, el fundador de Fadesa, Manuel Jove, se está construyendo un casoplón que, aparte de enorme (cerca de mil metros cuadrados), tiene una de las formas más originales que jamás se hayan visto en una edificación residencial, con un tejado que recuerda claramente a un platillo volante de las películas de serie B. De hecho, los vecinos lo llaman "el ovni de Jove".
Esta forma hace que mucha gente lo confunda con un pabellón de deportes, una piscina climatizada (para unos juegos olímpicos, eso sí) o incluso un centro comercial. Pero no, es una vivienda unifamiliar. Eso sí, no se descarta que dentro albergue alguno de estos complejos -piscina desde luego- porque caber, caben.
La casa lo tiene todo. Está situada en el municipio de Oleiros, que es a La Coruña lo que Las Rozas a Madrid más o menos, bastante escondida en un desnivel para lo grande y llamativa que es, en medio de un prado precioso al borde de un acantilado con unas vistas al mar que quitan el hipo.
Aparte del tejado en forma de ovni (que tiene una franja en forma de caracol que deja pasar la luz natural), tiene una enorme cubierta delantera elíptica apoyada en numerosas columnas metálicas y una cristalera que atraviesa el frontal de lado a lado. Los que han visto el interior aseguran que tiene forma de loft, con una única planta central de techos altísimos rodeada por una segunda planta flotante adosada a las paredes. Tan original diseño es obra de los arquitectos Mateo Miyar Olaiz y Gonzalo Serantes Conchado.
También sorprende que Jove se haya embarcado en una casa así, puesto que hasta ahora no se le conocían lujos. A pesar de su enorme fortuna -la venta de Fadesa le reportó cerca de 3.000 millones de euros-, se trata de un hombre familiar (eso no ha cambiado, el ovni está a escasos metros de la casa de su hija Felipa), amante del campo, trabajador nato, con un ojo clínico para los negocios -vendió Fadesa en el pico de la burbuja inmobiliaria a a Fernando Martín, quien posteriormente protagonizó la mayor quiebra de la historia de España-, metido a empresario bodeguero por su afición al buen vino y muy, muy discreto. De hecho, en su holding de empresas (Inveravante) nadie quiso hacer ayer ningún comentario a El Confidencial.
Por supuesto, el coste de tamaña vivienda es un secreto de Estado, pero Jove no tendrá ningún problema para acometerlo. En la ciudad hay quin hace chistes diciendo que, a partir de ahora, las visitas obligadas de La Coruña serán la Torre de Hércules y la casa de Jove, o que las tres construcciones españolas que se ven desde el espacio (como la Gran Muralla china) son el yate del Pocero, la casa del Príncipe... y el ovni de Jove.
Fuente: http://www.elconfidencial.com/
Esta forma hace que mucha gente lo confunda con un pabellón de deportes, una piscina climatizada (para unos juegos olímpicos, eso sí) o incluso un centro comercial. Pero no, es una vivienda unifamiliar. Eso sí, no se descarta que dentro albergue alguno de estos complejos -piscina desde luego- porque caber, caben.
La casa lo tiene todo. Está situada en el municipio de Oleiros, que es a La Coruña lo que Las Rozas a Madrid más o menos, bastante escondida en un desnivel para lo grande y llamativa que es, en medio de un prado precioso al borde de un acantilado con unas vistas al mar que quitan el hipo.
Aparte del tejado en forma de ovni (que tiene una franja en forma de caracol que deja pasar la luz natural), tiene una enorme cubierta delantera elíptica apoyada en numerosas columnas metálicas y una cristalera que atraviesa el frontal de lado a lado. Los que han visto el interior aseguran que tiene forma de loft, con una única planta central de techos altísimos rodeada por una segunda planta flotante adosada a las paredes. Tan original diseño es obra de los arquitectos Mateo Miyar Olaiz y Gonzalo Serantes Conchado.
También sorprende que Jove se haya embarcado en una casa así, puesto que hasta ahora no se le conocían lujos. A pesar de su enorme fortuna -la venta de Fadesa le reportó cerca de 3.000 millones de euros-, se trata de un hombre familiar (eso no ha cambiado, el ovni está a escasos metros de la casa de su hija Felipa), amante del campo, trabajador nato, con un ojo clínico para los negocios -vendió Fadesa en el pico de la burbuja inmobiliaria a a Fernando Martín, quien posteriormente protagonizó la mayor quiebra de la historia de España-, metido a empresario bodeguero por su afición al buen vino y muy, muy discreto. De hecho, en su holding de empresas (Inveravante) nadie quiso hacer ayer ningún comentario a El Confidencial.
Por supuesto, el coste de tamaña vivienda es un secreto de Estado, pero Jove no tendrá ningún problema para acometerlo. En la ciudad hay quin hace chistes diciendo que, a partir de ahora, las visitas obligadas de La Coruña serán la Torre de Hércules y la casa de Jove, o que las tres construcciones españolas que se ven desde el espacio (como la Gran Muralla china) son el yate del Pocero, la casa del Príncipe... y el ovni de Jove.
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