El mercado inmobiliario estadounidense no levanta cabeza. La venta de viviendas usadas registró en julio una brutal caída interanual del 27,2%, la más pronunciada de la historia, con 3,83 millones de operaciones realizadas, el nivel más bajo desde que hace ahora algo más de 15 años comenzó a elaborarse esta estadística.
Dos son las razones que, según los expertos, están detrás del desplome: el alto índice de desempleo que arrastra el país y la finalización el pasado 30 de abril del programa gubernamental que durante un año ha estado apoyando fiscalmente la adquisición de viviendas. Pero, al margen de las explicaciones, el dato revela la verdadera situación de la economía estadounidense, que en los últimos meses ha visto cómo se detenía bruscamente la recuperación recién iniciada. Y, además, vuelve a dejar sobre la mesa la posibilidad de una nueva recesión.
En comparación con el mes de junio de este año, la caída ha sido del 27,2%. El número de viviendas en espera de comprador es ya de más de doce millones, la cifra más alta desde 1999. Y eso puede suponer, según explican los expertos, que los precios pueden empezar a caer de manera vertiginosa. Y ahí es donde consideran los analistas que está el peligro de que se produzca una nueva recesión. En medio de una recuperación aún con muchos problemas, una caída en picado del valor de las casas podría hacer que la economía se tambaleara de nuevo. Y aunque eso no ha ocurrido aún, los datos hechos públicos ayer han causado una profunda preocupación en Estados Unidos.
En los últimos días se habían publicado diferentes pronósticos sobre la venta de viviendas. La mayoría apuntaba que la caída estaría en el entorno del 14%. Los más pesimistas hablaban incluso del 20%, pero nadie había imaginado que, como finalmente ha ocurrido, se superarse esa barrera.
Tendencia duradera
Además, el dato de julio se suma a los de mayo y junio, que ya fueron bastante adversos, y los analistas opinan que esta tendencia se mantendrá al menos durante los dos próximos meses. Y nadie olvida en Estados Unidos que el detonador de la crisis tuvo mucho que ver con el desplome del precio de las viviendas que trajo aparejado el impago de hipotecas y la pérdida de valor de los productos financieros que se habían basado en esos créditos.
Con todo, el coste medio de las viviendas subió en julio un modesto 0,7%, situándose en 182.600 dólares (unos 144.000 euros).
Miedo en las bolsas
Como no podía ser de otra manera, el dato resucitó en las bolsas el miedo a una recaída de la economía mundial y la jornada acabó saldándose con descensos en las principales plazas financieras del planeta. La salida a la luz pública del déficit público alemán, que alcanzó el 3,5% en el primer trimestre, ahondó en la herida.
En el caso del Ibex, el día dejó tras de sí un descenso del 1,65% y a punto estuvo de costarle los 10.000 puntos, nivel que llegó a perder de vista en los peores momentos de la sesión. Cerró ligeramente por encima, en los 10.052,3. Con todo, no fue el peor resultado de los registrados en el Viejo Continente. París retrocedió un 1,75%, Londres se dejó en el camino un 1,51% y Fráncfort fue la menos castigada, con un recorte del 1,26%.
Fuente: http://www.lavozdegalicia.es/
Dos son las razones que, según los expertos, están detrás del desplome: el alto índice de desempleo que arrastra el país y la finalización el pasado 30 de abril del programa gubernamental que durante un año ha estado apoyando fiscalmente la adquisición de viviendas. Pero, al margen de las explicaciones, el dato revela la verdadera situación de la economía estadounidense, que en los últimos meses ha visto cómo se detenía bruscamente la recuperación recién iniciada. Y, además, vuelve a dejar sobre la mesa la posibilidad de una nueva recesión.
En comparación con el mes de junio de este año, la caída ha sido del 27,2%. El número de viviendas en espera de comprador es ya de más de doce millones, la cifra más alta desde 1999. Y eso puede suponer, según explican los expertos, que los precios pueden empezar a caer de manera vertiginosa. Y ahí es donde consideran los analistas que está el peligro de que se produzca una nueva recesión. En medio de una recuperación aún con muchos problemas, una caída en picado del valor de las casas podría hacer que la economía se tambaleara de nuevo. Y aunque eso no ha ocurrido aún, los datos hechos públicos ayer han causado una profunda preocupación en Estados Unidos.
En los últimos días se habían publicado diferentes pronósticos sobre la venta de viviendas. La mayoría apuntaba que la caída estaría en el entorno del 14%. Los más pesimistas hablaban incluso del 20%, pero nadie había imaginado que, como finalmente ha ocurrido, se superarse esa barrera.
Tendencia duradera
Además, el dato de julio se suma a los de mayo y junio, que ya fueron bastante adversos, y los analistas opinan que esta tendencia se mantendrá al menos durante los dos próximos meses. Y nadie olvida en Estados Unidos que el detonador de la crisis tuvo mucho que ver con el desplome del precio de las viviendas que trajo aparejado el impago de hipotecas y la pérdida de valor de los productos financieros que se habían basado en esos créditos.
Con todo, el coste medio de las viviendas subió en julio un modesto 0,7%, situándose en 182.600 dólares (unos 144.000 euros).
Miedo en las bolsas
Como no podía ser de otra manera, el dato resucitó en las bolsas el miedo a una recaída de la economía mundial y la jornada acabó saldándose con descensos en las principales plazas financieras del planeta. La salida a la luz pública del déficit público alemán, que alcanzó el 3,5% en el primer trimestre, ahondó en la herida.
En el caso del Ibex, el día dejó tras de sí un descenso del 1,65% y a punto estuvo de costarle los 10.000 puntos, nivel que llegó a perder de vista en los peores momentos de la sesión. Cerró ligeramente por encima, en los 10.052,3. Con todo, no fue el peor resultado de los registrados en el Viejo Continente. París retrocedió un 1,75%, Londres se dejó en el camino un 1,51% y Fráncfort fue la menos castigada, con un recorte del 1,26%.
Fuente: http://www.lavozdegalicia.es/

