La construcción se paraliza en más de doscientos municipios gallegos


En un solo mes del 2006, el de septiembre, se visaron 8.093 viviendas en Galicia, más que en todo el 2009, que se cerró con 7.708 certificados.En enero del presente año, los visados cayeron a su nivel más bajo de la década: 288. Ahora, el último informe del Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG) dibuja un panorama desolador de la construcción, una actividad prácticamente paralizada en doscientos ayuntamientos gallegos que, en lo que va de año, han registrado cinco o menos visados de obra nueva (rehabilitación de vivienda usada, edificación de libre y protegida, y autopromociones). Sesenta y dos ayuntamientos están por ahora en blanco, en otros 49 hubo una sola solicitud, y en 103 concellos la media de certificados no alcanza uno por mes. Son 214 sobre 315 totales.
En su mayoría son concellos pequeños, con poca población, en los que la actividad constructora era discreta. Ahora parece haber desaparecido. Pero no son los únicos que sufren la crisis del ladrillo. En las grandes ciudades los descensos son también acusados: A Coruña pasó de 450 visados en el primer semestre del pasado año a 105 este; Vigo, de 404 a 142; el área de Santiago, de casi un millar a menos de trescientos. Solo los municipios de Lugo y Ourense han visto aumentar la actividad en este período. La construcción se refugia en la autopromoción y en un nuevo nicho: la rehabilitación. En el conjunto de Galicia, esta actividad supera el 20% del total de visados, y explica en parte la evolución de los certificados en Lugo y Ourense.
La vivienda unifamiliar alcanza el 35% de los permisos, y el COAG advierte que en provincias como Pontevedra «significou un verdadeiro refuxio do sector da construción». Durante el primer semestre volvieron a aumentar los certificados para vivienda unifamiliar. La autopromoción, un recurso para reducir costes, supuso más de la mitad de los permisos en las provincias de Pontevedra y Ourense.
El porcentaje de visados para viviendas colectivas, la parte más sustanciosa en los años de la burbuja, ha descendido por primera vez del 50%. «A paralización das promocións denota unha alongada fase temporal de venda dos excedentes existentes, da que desapareceu a figura do especulador ou intermediario», reflexionan los arquitectos.
La ministra Beatriz Corredor avanzó recientemente que el stock de viviendas había tocado techo. Es hora de vender, no de construir. Pero semejante evolución deja sin oxígeno a las constructoras. «E ás pequenas e medianas empresas nin sequera lles queda o recurso da obra pública», señalan desde la Federación Gallega de la Construcción, «a actividade nas vilas e nos concellos máis pequenos está parada, os concellos non ingresan e tampouco poden investir».
La caída en el número de visados de obra se «modera», advierte el informe de los arquitectos. La bajada fue de un 37% respecto al primer semestre del año pasado. Del 2008 al 2009 el descenso superó el 60%, pero ahora las cifras absolutas son mucho más modestas. De los 20.000 certificados del 2008 se pasó a menos de ocho mil el año pasado, y la proyección para este año es que no se llegue a 6.000. «O negocio non vai ser o mesmo que antes da crise -afirman desde la federación de la construcción-. Pero o certo é que se estarían a edificar máis vivendas se o crédito aos particulares fluíra. Hai vodas e separacións... Hai xente que compraría se tivese crédito, pero ata que non se aclare o panorama financeiro non hai moito que facer».

Fuente: http://www.lavozdegalicia.es/
 
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