Son tantas las personas que no pueden adquirir una vivienda, ni siquiera con la bajada de precios que han experimentado en el último año, que cada vez que se organizan ferias o se anuncian webs que venden pisos a un precio recortado miles de ciudadanos acuden en masa con la esperanza de encontrar la ganga que les permita acceder a una casa. Aunque algunos encuentran de esta manera su piso ideal, lo cierto es que las rebajas no satisfacen a todos los bolsillos porque el descuento parte de precios demasiado elevados, aseguran desde Consumer/Eroski.
Comprar viviendas prefabricadas de madera, "containers" transformados en estudios, apartamentos en zonas donde predominaban las segundas residencias, pisos para reformar o casas en aldeas poco pobladas son algunas de las escasas alternativas que ofrece el mercado para hacerse con una vivienda que realmente pueda considerarse barata. Pero muchas veces estas opciones no convencen a los posibles compradores.
El mercado español está sobresaturado de viviendas que no pueden venderse, tanto por el elevado precio que han alcanzado como por la enorme dificultad de obtener una hipoteca. Por otra parte, la crisis ha aumentado el número de personas que han perdido su hogar al no poder hacer frente a los pagos, de tal modo que los bancos se han ido quedando con los pisos embargados, a los que ahora quieren dar salida con su propia financiación.
Estos son algunos de los factores que han dado pie a la creación de ferias de vivienda "low cost" en las que participan tanto inmobiliarias como entidades financieras que quieren desprenderse de su stock, ya sea de casas nuevas o usadas a unos precios rebajados, al menos, un 25%. De este modo, el sector inmobiliario se une a otros como el de la moda o los viajes y aplica el "outlet", un sistema en el que los productos que no se han podido vender en anteriores temporadas y tampoco han sido adquiridos durante las rebajas se ofrecen a unos precios inferiores para liberar el stock.
Generalmente, los establecimientos outlet se concentran en grandes superficies a las afueras de las ciudades. En este tipo de eventos, las inmobiliarias o las entidades financieras anuncian en sus puestos los pisos que desean vender con los descuentos realizados y, además, los bancos y cajas que participan suelen financiar los productos que ellas mismas ofertan.
Si lo que se busca es una vivienda barata y el futuro comprador tiene movilidad geográfica y posibilidad de residir en un pequeño pueblo, su oportunidad está en Galicia, concretamente en la provincia de Lugo, en la comarca de Ulloa. Allí se encuentra la casa más barata de España, que cuesta 15.000 euros. La vivienda rústica es de piedra y tiene una superficie habitable de 90 metros cuadrados con dos habitaciones para reformar, además de un huerto de 100 metros.
Viviendas prefabricadas de madera
Otra de las posibilidades de acceder a un piso barato es comprar una vivienda prefabricada de madera a un precio bastante menor que las de ladrillo. Aunque no es algo muy habitual en España sí que es frecuente en otros países de Europa y en América. El proceso de fabricación y montaje de estas casas es uno de los factores que inciden en el abaratamiento de la vivienda. Eso sí, antes de adquirir la casa es necesario consultar la normativa municipal y autonómica para que el propietario del terreno sepa si puede o no instalar su nueva residencia en la zona.
Las casas de madera sí pueden considerarse residencias baratas siempre y cuando no sea necesario comprar el terreno. Una vivienda con una superficie construida de 65 metros cuadrados más 7 de porche que cuente con dos dormitorios, ambos con armarios empotrados, salón comedor de 23 metros cuadrados, un cuarto de baño y cocina puede costar 54.000 euros incluyendo la grúa de descarga, el montaje y el transporte a 100 kilómetros. Tiene además cocina amueblada, baño completo y un ventanal.
Fuente: http://www.20minutos.es/
Comprar viviendas prefabricadas de madera, "containers" transformados en estudios, apartamentos en zonas donde predominaban las segundas residencias, pisos para reformar o casas en aldeas poco pobladas son algunas de las escasas alternativas que ofrece el mercado para hacerse con una vivienda que realmente pueda considerarse barata. Pero muchas veces estas opciones no convencen a los posibles compradores.
El mercado español está sobresaturado de viviendas que no pueden venderse, tanto por el elevado precio que han alcanzado como por la enorme dificultad de obtener una hipoteca. Por otra parte, la crisis ha aumentado el número de personas que han perdido su hogar al no poder hacer frente a los pagos, de tal modo que los bancos se han ido quedando con los pisos embargados, a los que ahora quieren dar salida con su propia financiación.
Estos son algunos de los factores que han dado pie a la creación de ferias de vivienda "low cost" en las que participan tanto inmobiliarias como entidades financieras que quieren desprenderse de su stock, ya sea de casas nuevas o usadas a unos precios rebajados, al menos, un 25%. De este modo, el sector inmobiliario se une a otros como el de la moda o los viajes y aplica el "outlet", un sistema en el que los productos que no se han podido vender en anteriores temporadas y tampoco han sido adquiridos durante las rebajas se ofrecen a unos precios inferiores para liberar el stock.
Generalmente, los establecimientos outlet se concentran en grandes superficies a las afueras de las ciudades. En este tipo de eventos, las inmobiliarias o las entidades financieras anuncian en sus puestos los pisos que desean vender con los descuentos realizados y, además, los bancos y cajas que participan suelen financiar los productos que ellas mismas ofertan.
Si lo que se busca es una vivienda barata y el futuro comprador tiene movilidad geográfica y posibilidad de residir en un pequeño pueblo, su oportunidad está en Galicia, concretamente en la provincia de Lugo, en la comarca de Ulloa. Allí se encuentra la casa más barata de España, que cuesta 15.000 euros. La vivienda rústica es de piedra y tiene una superficie habitable de 90 metros cuadrados con dos habitaciones para reformar, además de un huerto de 100 metros.
Viviendas prefabricadas de madera
Otra de las posibilidades de acceder a un piso barato es comprar una vivienda prefabricada de madera a un precio bastante menor que las de ladrillo. Aunque no es algo muy habitual en España sí que es frecuente en otros países de Europa y en América. El proceso de fabricación y montaje de estas casas es uno de los factores que inciden en el abaratamiento de la vivienda. Eso sí, antes de adquirir la casa es necesario consultar la normativa municipal y autonómica para que el propietario del terreno sepa si puede o no instalar su nueva residencia en la zona.
Las casas de madera sí pueden considerarse residencias baratas siempre y cuando no sea necesario comprar el terreno. Una vivienda con una superficie construida de 65 metros cuadrados más 7 de porche que cuente con dos dormitorios, ambos con armarios empotrados, salón comedor de 23 metros cuadrados, un cuarto de baño y cocina puede costar 54.000 euros incluyendo la grúa de descarga, el montaje y el transporte a 100 kilómetros. Tiene además cocina amueblada, baño completo y un ventanal.
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