El Euribor, el principal índice de referencia al que se revisan la mayoría de las hipotecas a interés variable, sigue su tendencia alcista por quinto mes consecutivo y cerrará agosto en torno al 1,42%, nueve centésimas por encima del nivel de agosto de 2009 (1,33%). Esta subida leve pero continuada se traduce en un encarecimiento de la cuota mensual de las hipotecas, por primera vez desde noviembre de 2008.
No es de extrañar, entonces, que los usuarios se hayan puesto en guardia y que los bancos aprovechen la incertidumbre para intentar vender productos mal llamados “seguros” que teóricamente nos protegen de las oscilaciones del mercado, como los famosos SWAP. Miedos, rumores, previsiones… ¿Qué hay de cierto en todo lo que se está diciendo?.
¿Es verdad que el Euribor seguirá subiendo?
A pesar de que nadie es capaz de adivinar con exactitud el comportamiento del mercado, la gran mayoría de expertos opina que la tendencia alcista del Euribor no tiene marcha atrás, y que su subida será lenta y progresiva durante los próximos meses, en línea con la incipiente recuperación de la economía a nivel europeo.
¿Cuánto se han encarecido las hipotecas exactamente?
Una hipoteca media de 150.000 euros a 30 años con un interés variable de Euribor + 0,80%, hace un año pagaba una cuota de 564 euros; hace 6 meses pagaba 557 euros; y ahora esa cuota es de 571 euros. Lo que es lo mismo que decir que las hipotecas sujetas a revisión anual están pagando 6 euros más al mes que hace un año y las sujetas a revisión semestral, 14 euros más. Y aunque el Euribor continúe subiendo, no se prevén encarecimientos significativos a corto plazo, al menos hasta que el BCE cambie los tipos de interés, como señalan algunas fuentes, en el segundo o tercer trimestre de 2011.
¿Significa que ha llegado el momento de contratar una hipoteca fija?
No necesariamente. Las hipotecas fijas del mercado actual no suelen ofrecer un interés inferior al 5%, es decir, que actualmente son notablemente más caras que las hipotecas variables y está claro que a corto plazo no son rentables. Lo que ocurre es que las hipotecas a interés fijo se convertirían una buena apuesta a largo plazo, si el Euribor alcanzara en los próximos años valores cercanos al 5%, como en 2008. Contratar o no este tipo de hipotecas es, en realidad, muy parecido a una apuesta personal. Y cuidado: no es una buena idea esperar a que el Euribor suba para contratar una hipoteca fija, ya que los intereses de las ofertas de hipotecas a interés fijo suben en paralelo al Euribor, lo que significa que si ya hemos decidido apostar por una de estas hipotecas ahora es el momento de contratarlas al interés más bajo.
¿Productos como los SWAP son tan engañosos que no debemos tenerlos nunca en cuenta?
Ni tanto ni tan calvo. Es cierto que los bancos han abusado durante los últimos años de muchos clientes, vendiéndoles una supuesta protección contra la subida del Euribor que (1) era un producto financiero demasiado complejo que no acababan de explicar, (2) era del todo innecesario en un momento en que el Euribor iba a bajar y los bancos podían anticiparlo, y (3) no informaban al cliente de que contratar un SWAP (1) no permitiría beneficiarse de la bajada del EURIBOR y (2) dificulta y encarece la subrogación, es decir, el cambiar la hipoteca de banco.
Pero todo eso no quita que, bien utilizados por alguien que sabe lo que ha contratado, los SWAP puedan ser útiles. En principio, se definen como productos financieros que permiten cambiar el tipo de interés de variable a fijo o viceversa, y sirven para mantener fija la cuota de la hipoteca al margen de las oscilaciones del mercado. Aunque eso sí, nunca se deben contratar sin haber contrastado las ofertas de varios bancos, haber hecho muchos cálculos y conocer todas las condiciones del contrato escrito.
¿Qué alternativas hay a estos productos, si el Euribor sigue subiendo?
Prevenir desde ahora. Calculemos cuánto incrementaría la cuota de nuestra hipoteca si el Euribor alcanzara, como hace 2 años, un valor superior al 5%. Y, antes de que no podamos seguir pagando, pactemos con el banco un nuevo plan de pago. Conseguir que nos alarguen el plazo de amortización o un aplazamiento de capital (de hasta el 30%) hasta la última cuota puede rebajar notablemente la cantidad a pagar cada mes. Recordemos que tendremos mayor capacidad de negociación mientras nuestra situación financiera aún sea fuerte, por lo que conviene actuar antes de llegar al límite.
Fuente: http://www.invertia.com/
No es de extrañar, entonces, que los usuarios se hayan puesto en guardia y que los bancos aprovechen la incertidumbre para intentar vender productos mal llamados “seguros” que teóricamente nos protegen de las oscilaciones del mercado, como los famosos SWAP. Miedos, rumores, previsiones… ¿Qué hay de cierto en todo lo que se está diciendo?.
¿Es verdad que el Euribor seguirá subiendo?
A pesar de que nadie es capaz de adivinar con exactitud el comportamiento del mercado, la gran mayoría de expertos opina que la tendencia alcista del Euribor no tiene marcha atrás, y que su subida será lenta y progresiva durante los próximos meses, en línea con la incipiente recuperación de la economía a nivel europeo.
¿Cuánto se han encarecido las hipotecas exactamente?
Una hipoteca media de 150.000 euros a 30 años con un interés variable de Euribor + 0,80%, hace un año pagaba una cuota de 564 euros; hace 6 meses pagaba 557 euros; y ahora esa cuota es de 571 euros. Lo que es lo mismo que decir que las hipotecas sujetas a revisión anual están pagando 6 euros más al mes que hace un año y las sujetas a revisión semestral, 14 euros más. Y aunque el Euribor continúe subiendo, no se prevén encarecimientos significativos a corto plazo, al menos hasta que el BCE cambie los tipos de interés, como señalan algunas fuentes, en el segundo o tercer trimestre de 2011.
¿Significa que ha llegado el momento de contratar una hipoteca fija?
No necesariamente. Las hipotecas fijas del mercado actual no suelen ofrecer un interés inferior al 5%, es decir, que actualmente son notablemente más caras que las hipotecas variables y está claro que a corto plazo no son rentables. Lo que ocurre es que las hipotecas a interés fijo se convertirían una buena apuesta a largo plazo, si el Euribor alcanzara en los próximos años valores cercanos al 5%, como en 2008. Contratar o no este tipo de hipotecas es, en realidad, muy parecido a una apuesta personal. Y cuidado: no es una buena idea esperar a que el Euribor suba para contratar una hipoteca fija, ya que los intereses de las ofertas de hipotecas a interés fijo suben en paralelo al Euribor, lo que significa que si ya hemos decidido apostar por una de estas hipotecas ahora es el momento de contratarlas al interés más bajo.
¿Productos como los SWAP son tan engañosos que no debemos tenerlos nunca en cuenta?
Ni tanto ni tan calvo. Es cierto que los bancos han abusado durante los últimos años de muchos clientes, vendiéndoles una supuesta protección contra la subida del Euribor que (1) era un producto financiero demasiado complejo que no acababan de explicar, (2) era del todo innecesario en un momento en que el Euribor iba a bajar y los bancos podían anticiparlo, y (3) no informaban al cliente de que contratar un SWAP (1) no permitiría beneficiarse de la bajada del EURIBOR y (2) dificulta y encarece la subrogación, es decir, el cambiar la hipoteca de banco.
Pero todo eso no quita que, bien utilizados por alguien que sabe lo que ha contratado, los SWAP puedan ser útiles. En principio, se definen como productos financieros que permiten cambiar el tipo de interés de variable a fijo o viceversa, y sirven para mantener fija la cuota de la hipoteca al margen de las oscilaciones del mercado. Aunque eso sí, nunca se deben contratar sin haber contrastado las ofertas de varios bancos, haber hecho muchos cálculos y conocer todas las condiciones del contrato escrito.
¿Qué alternativas hay a estos productos, si el Euribor sigue subiendo?
Prevenir desde ahora. Calculemos cuánto incrementaría la cuota de nuestra hipoteca si el Euribor alcanzara, como hace 2 años, un valor superior al 5%. Y, antes de que no podamos seguir pagando, pactemos con el banco un nuevo plan de pago. Conseguir que nos alarguen el plazo de amortización o un aplazamiento de capital (de hasta el 30%) hasta la última cuota puede rebajar notablemente la cantidad a pagar cada mes. Recordemos que tendremos mayor capacidad de negociación mientras nuestra situación financiera aún sea fuerte, por lo que conviene actuar antes de llegar al límite.
Fuente: http://www.invertia.com/

