Cómo rebajar el precio de una hipoteca

Puede que, en el momento de la firma de tu hipoteca, pactaras unas condiciones que parecían buenas y ahora no lo sean tanto. O puede que firmaras cosas que nadie se molestó en explicarte. Sea como sea, queremos recodarte que tienes varias opciones de novación que pueden ayudarte a rebajar el coste total de la hipoteca o al menos disminuir la cuota mensual para hacer el pago más llevadero.

Existen 2 maneras de rebajar el coste total de una hipoteca en el momento de la revisión (semestral o anual): pactar con tu banco una reducción del diferencial (el porcentaje que sumado al EURIBOR da como resultado el interés que se aplicará a tu préstamo) o conseguir que tu banco elimine el interés suelo (obviamente solo en el caso de que esté incluido en el contrato de tu hipoteca)

Rebajar cualquiera de las dos conseguirá que pagues menos intereses y abaratará el coste total de tu hipoteca.


Un truco que te hará fuerte en la negociación es hacer un amago de subrogación. Se trata de:

- Buscar un banco que te ofrezca mejores condiciones que el actual

- Empezar a tramitar con ellos el cambio de hipoteca hasta conseguir que te den una oferta vinculante, es decir, el borrador del contrato de la hipoteca con las condiciones completamente negociadas listas para firmar (suelen dar unos 10 días para hacerlo)

- Acudir a tu actual banco con esta oferta vinculante en la mano todavía sin firmar y explicarles que te estás planteando aceptarla, a no ser que mejoren las actuales condiciones de tu préstamo


Cómo reducir la cuota mensual de tu hipoteca

Para pagar un poco menos cada mes, habla con tu banco e intenta lo siguiente:

• Alargar el plazo de amortización de tu hipoteca

• Solicitar una carencia, es decir, pagar solamente los intereses y nada de capital durante algunos meses

• Aplazar un porcentaje del capital hasta el pago final de tu hipoteca (algunos bancos permiten aplazar hasta un 30 o 35%)


Recuerda que si tu banco no está dispuesto a mejorar las condiciones de tu préstamo, puedes valorar seriamente la opción de la subrogación. Es cierto que cambiar la hipoteca de entidad conlleva algunos costes pero existen bancos que corren con los gastos de subrogación (tienes una lista aquí) y en ocasiones compensa pagar estos gastos si el banco nuevo nos ofrece, por ejemplo, unos intereses muy inferiores a los de antes.


Y, ante todo, negocia. Las hipotecas no son un producto de precio cerrado. Serás mucho más eficaz si acudes al banco bien informado y con una lista de preguntas y peticiones en tu mano. No te cortes; es tu derecho preguntar.

Fuente: http://www.finanzas.com/
 
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