La mayoría de los alquileres de casas de verano carecen de contrato


El alquiler de casas de veraneo en Galicia tiende a escapar al control del fisco. Un sondeo realizado por La Voz en distintas zonas de la costa con tirón turístico -a través de decenas de llamadas a anuncios de particulares localizados en fachadas de edificios y en Internet- revela que en la mayoría de los arrendamientos de viviendas en temporada estival los contratos y las facturas brillan por su ausencia.

Los casos en los que los propietarios pactan por escrito las condiciones del alquiler son los menos, y en muchas ocasiones, si finalmente hay un documento firmado por ambas partes, es porque el arrendatario lo solicita. «A maior parte deste negocio non funciona con factura», reconoce un agente inmobiliario de la Costa da Morte. «É competencia desleal, claro, pero non vou ser eu quen lle poña o cascabel ao gato», añade.
Hacienda no tiene cuantificado el fraude en el alquiler de viviendas, aunque desde la Agencia Tributaria apuntan que «existe, sobre todo en alquileres de veraneo». «Pero el importe no es muy relevante, ya que son rentas limitadas a una época estacional muy concreta», afirman. Además, agregan, desde que en el año 2006 se impuso la obligación de incluir la referencia catastral de los bienes inmuebles en el IRPF, ha aumentado el número de rentas declaradas de este tipo. «Funciona bastante bien como medida de control», comentan.
No lo tienen tan claro en el sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha), que sostiene que dicha reforma fiscal hizo aflorar apenas un 5% de los alquileres sumergidos en Galicia, donde -añaden- el 40% de los arrendamientos de viviendas siguen sin declararse (casi 38.000). «Hay una evasión fiscal enorme», afirman en Gestha.
El cobro en B
«Para alquileres de esa duración no hacemos contrato». Esta es la respuesta más escuchada al otro lado del teléfono en la Costa da Morte al buscar una casa para alquilar este verano. Da igual que sea un apartamento, un piso o un chalé frente al mar, o que la localidad escogida sea Malpica, Laxe, Cee, Corcubión o Fisterra. El pago en negro se impone. Todos los propietarios consultados -desde vecinos de la zona a personas de otros puntos de Galicia y de otras comunidades, con una segunda vivienda allí- rechazaron la posibilidad de hacer un contrato de alquiler. Pero todos, eso sí, mencionaron el mismo requisito: pagar parte del importe por adelantado.
Garantías
El depósito previo que garantiza la reserva se pide en casi todos los alquileres consultados y oscila entre el 20 y el 30% del importe, aunque en algunos casos asciende al 50%. El pago suele hacerse mediante transferencia bancaria. «Eu estoulle reservando o piso e teño que ter algunha seguridade de que vai vir», explicó la propietaria de una casa en Ribeira. Algunos dueños incluso piden una fianza, que se comprometen a devolver al finalizar la estancia. Pero, por supuesto, nada de esto queda recogido en un contrato. Es más, hay propietarios, como ocurrió en Barbanza, que se muestran recelosos al mencionarlo: «¿Por que preguntas iso? ¿Para que queres contrato?». Aunque al instante aclaraban: «Cando é para o inverno si se fai».

Fuente: http://www.lavozdegalicia.com/
 
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