Poco a poco, y con todas las precauciones obligatorias en tiempos convulsos, el sector que se vino abajo en los dos últimos años comienza a dar síntomas de mejora. Primero fueron las hipotecas sobre viviendas, que el pasado noviembre crecieron por primera vez desde el inicio del crash; y en enero lo volvieron a hacer.Las estadísticas también muestran que la caída de precios es cada vez menor. Las ventas subieron en enero tan sólo un 2%. Pero ha sido en febrero cuando este indicador, verdadero termómetro del sector, ha dado un vuelco al crecer un espectacular 18,7% respecto al mismo mes del año anterior, según publicó ayer el INE.
Es cierto que las 41.033 viviendas que se compraron en febrero quedan a una distancia sideral de las 72.000 del mismo mes de 2007, cuando la explosión de la burbuja del ladrillo era todavía un pronóstico que se tachaba de agorero. Pero tras dos años en los que la caída media superaba el 20%, la vuelta a terrenos positivos es un respiro para el sector. Y en esta mejoría ha sido fundamental el interés de los compradores por los pisos usados, que ya encadenan cuatro meses consecutivos de subidas. Las 19.665 operaciones de este tipo que se cerraron en febrero suponen un crecimiento interanual del 24%. Las tasas positivas no afectan sólo a la segunda mano. Por primera vez en dos años, crecieron las ventas de pisos nuevos. Y lo hicieron con fuerza, hasta un 14%.
La subida del IVA prevista para el próximo 1 de julio es uno de los factores que explican los ánimos compradores en la vivienda nueva, no así en la usada, cuyas transacciones no pagan este impuesto. Pero el cambio fundamental para el sector llegará el próximo año, con la retirada con carácter general de la deducción por compra de vivienda, decisión que también puede contribuir a inflar las ventas antes de que termine 2010.
El mismo día en el que el INE publicó estos datos, la ministra Beatriz Corredor afirmó ayer en Telecinco que 2010 "es uno de los mejores años" para comprar una casa. Esta frase coincide con el discurso que llevan meses propagando los promotores inmobiliarios. Ayer lo volvieron a hacer: el G-14, el lobby del sector, aseguró una vez más que "ya no queda mucho margen" para más bajadas de precios. La tasadora Tinsa informó de que el precio de la vivienda libre bajó en marzo un 5,3% interanual, lo que refleja un "estancamiento" en la evolución de precios.
Fuente: http://www.elpais.com/
Es cierto que las 41.033 viviendas que se compraron en febrero quedan a una distancia sideral de las 72.000 del mismo mes de 2007, cuando la explosión de la burbuja del ladrillo era todavía un pronóstico que se tachaba de agorero. Pero tras dos años en los que la caída media superaba el 20%, la vuelta a terrenos positivos es un respiro para el sector. Y en esta mejoría ha sido fundamental el interés de los compradores por los pisos usados, que ya encadenan cuatro meses consecutivos de subidas. Las 19.665 operaciones de este tipo que se cerraron en febrero suponen un crecimiento interanual del 24%. Las tasas positivas no afectan sólo a la segunda mano. Por primera vez en dos años, crecieron las ventas de pisos nuevos. Y lo hicieron con fuerza, hasta un 14%.
La subida del IVA prevista para el próximo 1 de julio es uno de los factores que explican los ánimos compradores en la vivienda nueva, no así en la usada, cuyas transacciones no pagan este impuesto. Pero el cambio fundamental para el sector llegará el próximo año, con la retirada con carácter general de la deducción por compra de vivienda, decisión que también puede contribuir a inflar las ventas antes de que termine 2010.
El mismo día en el que el INE publicó estos datos, la ministra Beatriz Corredor afirmó ayer en Telecinco que 2010 "es uno de los mejores años" para comprar una casa. Esta frase coincide con el discurso que llevan meses propagando los promotores inmobiliarios. Ayer lo volvieron a hacer: el G-14, el lobby del sector, aseguró una vez más que "ya no queda mucho margen" para más bajadas de precios. La tasadora Tinsa informó de que el precio de la vivienda libre bajó en marzo un 5,3% interanual, lo que refleja un "estancamiento" en la evolución de precios.
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