En 2010 se subastarán 80.000 viviendas, en 2011 podríamos llegar a las 160.000


Del estudio destaca que las subastas señaladas en 2009 duplican las correspondientes a 2008, por lo que es un claro indicador de que la situación económica es cada vez más complicada para un gran número de familias en España.

Además, esta situación afecta a las diferentes instituciones de nuestra economía como la Agencia Tributaria, la Seguridad Social y las entidades financieras, que no ven satisfechos sus créditos y, por ello, han de ejecutar los títulos de crédito que ostentan. Ello implica incurrir en mayores costes para las partes, además de los riesgos de no conseguir la satisfacción total de los créditos por insolvencia del deudor.

En el caso de las entidades financieras, esta situación supone un riesgo importante dado que los activos adjudicados (la mayoría procedentes de subastas en las que no ha habido postor) pasan a formar parte del activo de la entidad con los consiguientes gastos fiscales derivados de la transmisión de propiedad, adecuación jurídica, mantenimiento, etc., además de la dotación de las oportunas provisiones para hacer frente a la devaluación del activo, según el Banco de España.

Según su informe en 2009 la tasación media de pisos y apartamentos fue de 280.000 euros. ¿Se aprecia alguna diferencia significativa respecto a otros años?
El valor de tasación para las subastas viene prefijado en la escritura de constitución de hipoteca o, en su defecto, vendrá determinado por la tasación de un perito judicial dentro del proceso de avalúo o tasación de los bienes que salen a pública subasta. En este sentido es necesario destacar que, efectivamente, este valor es mayor en hipotecas de más reciente constitución.

Teniendo en cuenta que en 2009 se han duplicado las subastas respecto a 2008, ¿cuál es su previsión para 2010?
En el primer trimestre de 2010 el número de subastas casi duplica las de 2009 por lo que creemos que podemos terminar el ejercicio con unas 80.000 subastas señaladas. Para 2011, incluso podríamos duplicar las actuales, es decir, podríamos llegar a las 140.000-160.000 subastas, dado que la información que nos llega de diversas fuentes señala en la dirección de que los procedimientos de demanda hipotecaria que se inician actualmente se están incrementando de manera alarmante respecto al año anterior. Esto quiere decir que, en 2011 celebrarán las subastas de los procedimientos que se inicien este año y éstos son muy superiores a los correspondientes a 2009.

¿A qué se debe que el porcentaje de hipotecas que terminan en subastas sea mayor para las cajas de ahorro que para los bancos?
Según la información estadística del INE, en el periodo de 2003 a 2008 el número medio de hipotecas concedidas por los Bancos respecto al total ascendía al 35,2%, mientras que en el caso de las Cajas este porcentaje es del 54,8%, lo que explicaría la situación actual.

¿Cómo está afectando la tasa de paro al número de viviendas subastadas?
Como resulta evidente, la elevada tasa de paro de la economía española está propiciando el incremento de demandas de ejecución hipotecaria. En 2008, se alcanzaron los máximos de tipo de referencia hipotecaria (Euribor) y eso contribuyó al inicio de una tendencia alcista en el señalamiento de subastas, además de un deterioro de la economía real (empleo), que hoy en día es el principal componente de los impagos de las familias.

Si bien hay varios factores que afectan a las subastas, el desempleo es el más importante, aunque se ve mitigado gracias a la prestación por desempleo y las ayudas familiares. Sin embargo, el volumen más importante de desempleados está finalizando su periodo de protección y eso precipitará los impagos y ejecuciones.

Su estudio indica que el 80-90% de las subastas quedan desiertas, ¿a qué se debe?
Dos son los componentes básicos de esta situación: en primer lugar, unos valores de tasación prefijados en las escrituras de hipoteca que se corresponden con los máximos de hace tres y cuatro años y, en segundo lugar, una serie de porcentajes contemplados en la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC) que no favorecen la adjudicación con garantías para el mejor postor.

Esa normativa sí favorece al acreedor que, en el caso de que la subasta quede desierta, tiene la posibilidad de adjudicarse el inmueble por el 50% de su valor de tasación en la mayoría de los casos y, por otro lado, perjudica al deudor que se queda sin su vivienda manteniendo pendiente la parte de la deuda no satisfecha con la venta forzosa en pública subasta.

En conclusión, acorde a una cuestión de responsabilidad social, la LEC debería modificarse, entre otras cuestiones, exigiendo la tasación de los bienes acorde a la situación actual y eliminando o reduciendo los porcentajes que garantizan la adjudicación ya que estos cambios benefician al deudor al generar un mayor precio de adjudicación en la subasta.

Fuente: http://www.20minutos.es/
 
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