Todo parece confabularse para que los españoles se decidan a comprar un piso este año. En primer lugar, los cambios fiscales, que prevén una subida del IVA a partir de julio y una reducción de la desgravación por compra de vivienda a partir del próximo año, además del fin de las deducciones en las cuentas vivienda tal cual las conocemos en estos momentos. De hecho, aquellos contribuyentes cuya base imponible supere los 24.107 euros anuales se quedarán sin deducción.
En segundo lugar, los mensajes que se transmiten desde distintos foros. El último, el que emitió la propia ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, en la inauguración de la enésima feria inmobiliaria de la temporada: el «Outlet» Residencial. «Éste es un buen año para comprar vivienda dado que comprar más adelante será tributariamente más costoso para algunos y el precio de la vivienda podría rebotar al alza, sobre todo en las zonas donde el ‘stock’ es menor o comienza a disminuir», afirmó Corredor. Y dio otro argumento: se están dando las circunstancias que facilitan el acceso de los ciudadanos a la vivienda, como el hecho de que, según datos del Banco de España, ahora sólo se necesite el 29 por ciento de la renta al pago de la hipoteca (13,5 puntos menos que hace poco más de un año).
Nadie se lo cree
Sin embargo, teniendo en cuenta algunos indicadores, como el que utiliza Barclays para evaluar si la vivienda está sobrevalorada o no, y elaborar el gráfico en estas mismas páginas, la vivienda sigue estando muy cara en España, a diferencia de lo que sucede en EE.UU., Inglaterra o Alemania. De hecho, en nuestro país apenas habría comenzado a corregir la explosión de los precios.
Pero, al margen de lo que diga el Gobierno o de los gráficos que dibujen los datos, ¿qué opinan quienes están buscando piso para comprar ahora? Muchos de ellos ya se han recorrido las cuatro o cinco ferias que se han celebrado desde que comenzó 2010 y conocen muy bien el mercado.
Soledad está buscando una vivienda para su hijo, que ya tiene edad para emanciparse. Está mirando por Vallecas y Moratalaz. Y observa un problema fundamental: en general, los pisos que les ofrecen promotores y bancos son apartamentos muy pequeños. Y las viviendas algo más grandes, de dos o tres habitaciones, les resultan muy caras. Según su experiencia, sólo han bajado de precio las viviendas de tamaño más reducido.
David, que quiere comprarse un piso en Alcalá de Henares, añade que las viviendas más baratas sí caen, las caras, no. Así, ha detectado que las que costaban 180.000 euros en el pico del ciclo, ahora se venden por 150.000. Pero que las que costaban 300.000 euros o más, siguen valiendo lo mismo que hace un año.
Carlos y Lay se acaban de casar. Por eso buscan casa. También en el sureste de Madrid. Tienen un presupuesto de 200.000 euros pero, por ese precio, sólo ven viviendas protegidas. Perciben que las libres sí han bajado, pero puntualmente. «¿La ministra dice que van a empezar a subir los pisos ya? Yo creo que ni este año ni el que viene», afirma Carlos. Por el paro y porque los pisos continúan siendo inaccesibles para gran parte de la población. Pero admite que los cambios fiscales son incentivos para comprar cuanto antes.
Virginia y Enrique también quieren una casa propia, pero no tienen prisa. Y no les inquieta la idea de que vayan a subir: «Con un 20 por ciento de paro es imposible. O, bueno, ellos verán lo que hacen: si ahora las estadísticas dicen que no se venden pisos, con los precios más caros, se tendrán que comer las viviendas con patatas».
Luis y Pilar creen que ahora los pisos son más baratos, pero opinan que las condiciones de acceso se han endurecido. A su juicio, los salarios han bajado, por lo que este fenómeno deja prácticamente sin efecto el descenso que han registrado los precios de las viviendas. Esta pareja se está planteando el alquiler con opción a compra, porque así se les haría más fácil el acceso a un piso. Pero creen que esta opción se ha complicado: las rentas pagadas ya no se descuentan tanto del precio final de compra. Y en el momento de ejecutar la compra, en un plazo de tres años, el precio sube. «Ahora lo que quieren hacer bancos y promotores es enganchar a la gente», afirma Luis.
También han mirado la oferta de las entidades financieras. «Sus viviendas, o tienen más de treinta años, o están muy lejos del centro urbano», añade Pilar. Es una queja generalizada: los bancos sólo han sacado sus viviendas más baratas. Aunque, con la obligación que implantará el Banco de España a las entidades financieras de provisionar un 30 por ciento del valor de los activos inmobiliarios que conserven durante más de un año, quizá esto comience a cambiar. A Pilar no le convencen las ofertas de la entidades financieras, como la de Bancaja, que regala los tres primeros años de hipoteca a quien compre sus pisos. Aunque la entidad asegura que regala esos tres años y que en una hipoteca de 50 años, el comprador sólo pagará durante 47 años, Pilar recela y sospecha que en los años siguientes tendrá que pagar lo que no haya abonado antes. «Sólo buscan engancharte», concluye.
Fuente: www.finanzas.com