La crisis y la mala fama cambian el 'marketing' inmobiliario - Una firma promete hacer una casa en India por cada piso que venda
Pocos sectores tienen tan mala fama como el ladrillo. Por eso y porque hay que vender pisos en un mercado abatido, las empresas exploran nuevas formas de propaganda. Palop Galerota, sociedad promotora y constructora de seis empleados fundada hace 40 años, cuya actividad se concentra en el suroeste del área metropolitana de Valencia, ha optado por lo que ellos llaman "marketing social".
El mensaje es directo: "Cada nueva vivienda comprada por una familia valenciana va a permitir que una familia en la India pueda disponer también de un hogar digno". La realidad es parecida: Palop Galerota ha firmado un convenio con la Fundación Vicente Ferrer para financiar la construcción de 10 viviendas en Anantapur, una de las regiones menos fértiles y más pobres de India, enclavada en el interior del estado de Andhra Pradesh, al sureste del país.
Construir una vivienda en la zona cuesta al cambio unos 1.635 euros, explican desde la fundación. La contribución de la empresa con sede en Alaquàs será de 16.350 euros, lo que equivaldría a 10 casas. La promoción que Palop Galerota tiene a la venta en Torrent, camino de Picanya, tiene 87 viviendas de una, dos y tres habitaciones con precios a partir de 170.000 euros, según su web.
Vicent Palop, director adjunto de la empresa y encargado de responsabilidad social corporativa, admite la influencia de la mala prensa del sector. "Por eso queremos con nuestro ejemplo lavar la imagen, y animar a otros compañeros a hacer lo mismo con actos tan sencillos como este". La empresa tiene experiencia. En 2007 firmaron otro convenio con la fundación para la construcción de otras 10 viviendas, y al año siguiente, una vez concluidas, viajaron a Anantapur para verlas y conocieron a Vicente Ferrer, que falleció en junio de 2009.
Palop conoció la posibilidad de colaborar con la fundación en los años del boom de la construcción, a través de la Asociación de Promotores Inmobiliarios, que ni eran ni son las hermanas de la caridad pero que por entonces ya conocían esta versión de marketing social.
La Fundación Vicente Ferrer ha contado con la colaboración 448 empresas valencianas de muy diversos sectores, señala una portavoz. La ayuda se canaliza de tres formas: aportaciones económicas, apadrinamientos e introducción en sus canales de comunicación. La última consiste en hacer un hueco en las webs corporativas para los banners (destacados publicitarios de Internet) de la fundación; facilitar las listas de direcciones de correo; organizar charlas para los empleados y colaborar en el reparto de folletos como el que Vicent Palop se llevó un día de la asociación de promotores.
Fuente: www.elpais.com
