El grupo Arranz Acinas abre Europa a las grandes constructoras chinas

Si no puedes con tu enemigo, únete a él. Ésa es la receta que se ha aplicado la constructora Arranz Acinas para potenciar su presencia en el exterior.

La compañía burgalesa ha superado los recelos de los grandes grupos de la construcción españoles y ha sellado una alianza estratégica con tres gigantes chinos especializados en el suministro de materiales y en la realización de grandes obras públicas: Catic Beijing, China Railway Electrification Bureau y CCCC Second Highway Engineering.

Para las grandes corporaciones industriales europeas, los rivales chinos suponen una amenaza cada vez más seria y cercana, ya que, debido a su músculo financiero y a sus métodos de trabajo, son imbatibles en términos de precio. Hasta ahora, el gigante asiático había limitado su expansión internacional a su área de influencia y a África. Recientemente, las grandes constructoras chinas ya están llamando a la puerta de Europa, EEUU y Latinoamérica.

Planes
A corto plazo, el objetivo del grupo es ganar el contrato para la construcción del nuevo metro de Panamá, una obra valorada en unos 1.000 millones de euros. A medio plazo, la estrategia reside en crear un núcleo de empresas capaz de pujar por los grandes concursos de obra que se liciten en Europa del Este y en Latinoamérica, regiones donde la empresa española lleva trabajando desde hace años.

En Panamá, controla el 16% de un consorcio internacional de origen asiático. Sus socios son tres grandes corporaciones estatales chinas cuyas matrices cotizan desde hace varios años en la bolsa de Shangai. Second Highway Engineering es filial del gigante China Comunications Construction Company (CCCC), que el año pasado facturó 10.285 millones de euros y obtuvo un beneficio de 381 millones. La matriz de China Railway ingresó 21.592 millones de euros y consiguió unas ganancias de 150 millones. Ambas disfrutan de experiencia y de un currículum envidiable, ya que han sido los adjudicatarios de las principales obras públicas en su país.

“Tenemos muchas esperanzas depositadas en el contrato panameño”, señalan los responsables de la empresa burgalesa, que en 2009 obtuvo una facturación de 250 millones de euros. Si no hay cambios de última hora, el Gobierno centroamericano tiene previsto anunciar los nombres de los consorcios seleccionados mañana. Entre los candidatos, figuran otras tres ofertas con presencia española. Acciona y el fabricante de trenes CAF compiten juntos con socios japoneses y mexicanos. FCC ha sellado un acuerdo con el gigante brasileño Odebrecht, mientras que Isolux Corsán va de la mano de la francesa Vinci y la mexicana Carso.

“Uno de los puntos fuertes de nuestra oferta es el conocimiento del mercado local”, señalan desde el grupo Arranz Acinas. La empresa española figura entre los grandes edificadores del país, donde construye un gran mirador en la capital, un condominio de 49 plantas. Además, desarrolla un complejo para el grupo hotelero NH. “Tenemos la ventaja de conocer el mercado laboral panameño, clave para desarrollar un proyecto tan emblemático como el suburbano de la capital”, aseguran. Arranz Acinas trabaja mano a mano con la constructora local Diaz y Guardia, la mayor de Panamá.

El acuerdo, centrado en contratos de obra, no descarta la participación en proyectos donde se requiera la financiación privada. Aunque pequeña, Arranz Acinas también cuenta con experiencia en este nicho de mercado, ya que explota varias sociedades de aparcamientos y es accionista de la sociedad que gestiona el nuevo hospital de Burgos. En materia de diversificación, la empresa ha entrado en el sector de medio ambiente y renovables.

Una empresa familiar con 60 años de historia
El grupo Arranz Acinas tiene su origen en Burgos en 1950 . En 1970, constituye la filial constructora que da sus primeros pasos en las obras civiles de Castilla y León. Con el paso del tiempo, se convierte en uno de los grandes grupos promotores-constructores de la región, con más de 30.000 viviendas desde que arrancó su actividad. Con una estrategia de crecimiento conservadora, la compañía ha extendido sus negocios fuera de España.

Cuenta con actividad comercial en Hungría, Panamá y Estados Unidos. La empresa, que en 2009 alcanzó una cifra de facturación cercana a los 250 millones de euros, mantiene una gestión familiar. En materia de diversificación internacional, el grupo desarrolla trabajos para la cadena NH en Panamá.

En concreto, se trata del segundo proyecto del grupo Arranz Acinas en el país centroamericano, tras promover la construcción del condominio Mirador Azul, una torre de 49 plantas en la capital del país. Ahora, se le presenta una de sus mayores oportunidades de negocio tras sellar un acuerdo de colaboración con tres grupos chinos para participar en la construcción del Metro de Panamá, una de las obras más emblemáticas del país tras la ampliación del Canal.

Distintos modos de abordar el fenómeno asiático
ACS lleva tres años intentando formalizar su relación con la china Citic Construction, filial de una de las mayores corporaciones del país (BBVA es accionista de su brazo financiero). Para su presidente, Florentino Pérez, China es un mercado estratégico, pero la alianza no ha llegado a cristalizar. Hace un año, las posturas entre ambas empresas parecían bastante próximas, hasta el punto de que existía un principio de acuerdo por el que ACS tenía previsto tomar un 30% de la constructora asiática.

Entre los puntos fuertes del pacto figuraba acudir de la mano a concursos en Latinoamérica, África y Asia. Según fuentes próximas a ACS, esta posibilidad sigue viva, pero no se ha producido ningún avance. Ese paso sí lo ha dado Construcciones Arranz Acinas, que ha marcado un hito en el sector constructor nacional que podría ser el desencadenante de nuevas alianzas entre empresas españolas y asiáticas.

Otras firmas españolas interpretan el fenómeno asiático como una seria amenaza. Uno de los últimos choques entre empresas españolas y chinas se produjo en 2009 en Argelia por culpa de la adjudicación de distintos contratos ferroviarios que perjudicaron los intereses de constructoras como FCC o Isolux. Las compañías chinas de construcción se han convertido en los últimos años en uno de los rivales emergentes más agresivos.

Según los informes internacionales de contratación, varias firmas del gigante asiático han escalado posiciones hasta hacer sombra a los grandes del sector, como las francesas Vinci o Bouygues o la alemana Hochtief. En el ultimo ránking publicado por la firma especializada ENR, correspondiente al ejercicio 2009, China Railway escala hasta la segunda posición, sólo por detrás de Vinci. Otras tres compañías chinas se encuentran entre los diez mayores contratistas.

Fuente: http://www.expansion.com/
 
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