Cómo evitar que se cree una nueva burbuja


Hace sólo unos días, tras la presentación de los resultados del ejercicio 2009, el responsable de una inmobiliaria cotizada enfatizaba sobre el planteamiento actual de la compañía.
Según sus propias palabras, esta empresa trabaja ya en la creación de un calendario que le permita estimar cuándo debe reanudar su actividad de promoción inmobiliaria.

Es la pregunta del millón: ¿Es posible que alguna compañía se aventure a plantear nuevos proyectos residenciales, con un stock actual de viviendas cercano al millón de unidades?

“A todo el mundo le da vértigo iniciar ahora nuevos proyectos, pero si tenemos en cuenta los plazos de construcción, hay que anticiparse a la situación que se dará en el mercado en los próximos años”, asegura Ernesto Tarazona, director de Corporate Recovery de Knight Frank España. “A día de hoy, tenemos un elevado stock de vivienda pero, en un plazo de tres años, puede que no haya vivienda de obra nueva, ya que la demanda se va actualizando”, agrega.

La compleja situación financiera de las grandes inmobiliarias, cotizadas y no cotizadas, ha supuesto la práctica paralización del mercado de nueva construcción. “Es un sector muy atomizado que replica a los gigantes del sector: cuando las grandes empresas construyen, todo el mundo promueve; cuando paran, todos paran”, subraya José Antonio Pérez, director de Investigación del Instituto de Práctica Empresarial (IPE).

La formalización de tan sólo 100.000 visados de obra nueva en 2009 coincide con la creación de una bolsa de demanda latente que planea la compra de una vivienda a corto plazo, con un importante repunte en el número de visitas a ofertas inmobiliarias en los últimos meses. “Hay que evitar el colapso de la demanda que se está generando ya: con la parálisis del sector, hemos creado una bolsa de clientes que sólo se solucionará con un reequilibrio entre la demanda y la oferta”, añade.

Una vez absorbido el stock –el que cumpla los requisitos actuales del posible comprador–, el mercado se encontrará con un lapso de tiempo donde no exista oferta de vivienda nueva suficiente y los precios, irremediablemente, volverán a subir. “Hay que ser conscientes de que cada proyecto hay que visarlo, hacer un análisis de mercado, iniciar la idea, encargar el proyecto, etc. Esto supone que hasta 2011 no se pediría la licencia de obra”, señala Pérez.

Desde la consultora inmobiliaria Knight Frank reconocen que el mercado ofrece condiciones ventajosas para comprar y promover que podrían evitar este desequilibrio. No obstante, los expertos destacan que esta nueva promoción deberá incluir cambios en el modelo de construcción, teniendo más en cuenta criterios como la sostenibilidad y la eficiencia energética. “El que tiene disponibilidad de compra, ya no acepta cualquier cosa”.

Una fórmula de construcción que no sólo se mantiene sino que ha repuntado en este periodo de crisis son las comunidades de propietarios o cooperativas, un nicho de mercado donde también tienen hueco las empresas promotoras. “Es una tendencia que se ha generalizado. Muchas empresas que no vendría como promotora, han creado una sociedad de gestión de cooperativa, donde los márgenes de beneficio son más ajustados pero los precios también son más asequibles para el mercado”.

Fuente: www.expansion.com

 
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