El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció hoy un programa que destinará 1.500 millones de dólares para paliar la crisis inmobiliaria en los estados más afectados de ese país.
La medida tiene como objeto ayudar a los propietarios de vivienda que han perdido su puesto de trabajo y a otros cuya hipoteca es superior al valor de su casa.
En una reunión con votantes en Henderson, en las afueras de Las Vegas, Obama aseguró que "el Gobierno tiene una responsabilidad de ayudar a resolver este problema. El Gobierno no lo puede solventar solo pero sí puede marcar una diferencia".
Obama se encuentra en Nevada dentro de una gira para apoyar a candidatos demócratas en el oeste del país, y que el jueves lo llevó a Colorado.
Los fondos que se destinarán a los estados para acometer la crisis inmobiliaria se incluían originalmente en el plan de rescate financiero aprobado en octubre de 2008 para los bancos en dificultades ("Troubled Assets Relief Program" o TARP).
Según dijo el Consejo Nacional de la Raza (NCLR) esta semana, cerca de 1,3 millones de familias latinas podrían perder su casa en los próximos dos años víctimas de ejecuciones hipotecarias.
Nevada, California, Florida, Arizona y Michigan se beneficiarán de la propuesta anunciada hoy por Obama, estados que han sufrido mayores caídas en el precio de la vivienda, superiores al 20 por ciento.
El dinero se distribuirá entre los cinco estados de acuerdo con su tasa de desempleo y la caída en el precio de sus viviendas.
Hace un año, Obama anunció el programa "Hacer asequible la vivienda", dotado con 50.000 millones de dólares y que buscaba facilitar que los propietarios con problemas para hacer frente a sus hipotecas pudieran renegociarlas o vender sus casas en condiciones favorables.
No obstante, aquel plan, que el Gobierno preveía que pudiera ayudar a cerca de siete millones de propietarios de vivienda, nunca terminó de despegar y en su año de vida apenas ha beneficiado a un millón de hipotecados.
Se calcula que aproximadamente un 20 por ciento de los propietarios que cuentan con una hipoteca activa deben más de lo que vale su vivienda. Esas personas corren un mayor riesgo de verse sujetos a una ejecución hipotecaria.
A lo largo del último año el mercado inmobiliario ha comenzado a estabilizarse en la mayoría de los estados, ayudado por unos tipos de interés bajos y un programa de desgravaciones fiscales para los compradores de primera vivienda.
No obstante, uno de los temores entre los analistas es que el mercado vuelva a registrar dificultades si, como se espera, la Reserva Federal eleva los tipos de interés a lo largo de los próximos meses.
Fuente: www.expansion.com
La medida tiene como objeto ayudar a los propietarios de vivienda que han perdido su puesto de trabajo y a otros cuya hipoteca es superior al valor de su casa.
En una reunión con votantes en Henderson, en las afueras de Las Vegas, Obama aseguró que "el Gobierno tiene una responsabilidad de ayudar a resolver este problema. El Gobierno no lo puede solventar solo pero sí puede marcar una diferencia".
Obama se encuentra en Nevada dentro de una gira para apoyar a candidatos demócratas en el oeste del país, y que el jueves lo llevó a Colorado.
Los fondos que se destinarán a los estados para acometer la crisis inmobiliaria se incluían originalmente en el plan de rescate financiero aprobado en octubre de 2008 para los bancos en dificultades ("Troubled Assets Relief Program" o TARP).
Según dijo el Consejo Nacional de la Raza (NCLR) esta semana, cerca de 1,3 millones de familias latinas podrían perder su casa en los próximos dos años víctimas de ejecuciones hipotecarias.
Nevada, California, Florida, Arizona y Michigan se beneficiarán de la propuesta anunciada hoy por Obama, estados que han sufrido mayores caídas en el precio de la vivienda, superiores al 20 por ciento.
El dinero se distribuirá entre los cinco estados de acuerdo con su tasa de desempleo y la caída en el precio de sus viviendas.
Hace un año, Obama anunció el programa "Hacer asequible la vivienda", dotado con 50.000 millones de dólares y que buscaba facilitar que los propietarios con problemas para hacer frente a sus hipotecas pudieran renegociarlas o vender sus casas en condiciones favorables.
No obstante, aquel plan, que el Gobierno preveía que pudiera ayudar a cerca de siete millones de propietarios de vivienda, nunca terminó de despegar y en su año de vida apenas ha beneficiado a un millón de hipotecados.
Se calcula que aproximadamente un 20 por ciento de los propietarios que cuentan con una hipoteca activa deben más de lo que vale su vivienda. Esas personas corren un mayor riesgo de verse sujetos a una ejecución hipotecaria.
A lo largo del último año el mercado inmobiliario ha comenzado a estabilizarse en la mayoría de los estados, ayudado por unos tipos de interés bajos y un programa de desgravaciones fiscales para los compradores de primera vivienda.
No obstante, uno de los temores entre los analistas es que el mercado vuelva a registrar dificultades si, como se espera, la Reserva Federal eleva los tipos de interés a lo largo de los próximos meses.
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