
La clave para que una vivienda se venda es su precio.
Hoy en día el precio debe estar ajustado; ajustado no quiere decir que se venda por debajo de su valor de mercado, ajustado es que la propiedad se venda en el valor de mercado que tenga justo en el momento de la compra-venta.
Para fijar el precio debemos ser totalmente objetivos. El comprador va a pagar una localización, una calidad, una ubicación..., unas características físicas tangibles. El comprador no va a pagar el valor sentimental que para el propietario tenga la vivienda, no va a pagar una decoración que es posible que no le guste...
Ser conscientes de que el valor de los inmuebles es fluctuante al igual que la bolsa. No vale lo mismo ahora que hace seis meses, tres ó cinco años... En este momento las propiedades inmobiliarias tienen un valor a la baja y si se quiere vender se ha de asumir esta circunstancia ó bien posponer la venta si no es absolutamente necesario.
Es interesante también a la hora de fijar el precio el hacer un estudio de mercado de viviendas ya vendidas en la zona, ya que no es igual el precio de las propiedades vendidas que el de las que todavía hoy continuan en venta.
Una vez fijado el precio del inmueble, debemos diseñar un plan de actuación, encaminado a la venta.
Ya no vale sólo el típico cartel de "se vende" por muy llamativo que sea (cuanto más grande es el cartel mayor sensación de desesperación ofrecemos a los clientes).
Ahora, los vendedores y en su caso las inmobiliarias, si quieren vender deben realizar inversiones de publicidad, a través de un plan de marketing específico para cada tipo de vivienda. Se ha de dar un paso adelante y descubrir nuevos canales de promoción en un mercado sobresaturado, evitando que la oferta se pierda entre la infinidad que existe hoy en el mercado.
En conclusión, hoy en día, las claves para alcanzar el éxito a la hora de vender una propiedad son:
Hoy en día el precio debe estar ajustado; ajustado no quiere decir que se venda por debajo de su valor de mercado, ajustado es que la propiedad se venda en el valor de mercado que tenga justo en el momento de la compra-venta.
Para fijar el precio debemos ser totalmente objetivos. El comprador va a pagar una localización, una calidad, una ubicación..., unas características físicas tangibles. El comprador no va a pagar el valor sentimental que para el propietario tenga la vivienda, no va a pagar una decoración que es posible que no le guste...
Ser conscientes de que el valor de los inmuebles es fluctuante al igual que la bolsa. No vale lo mismo ahora que hace seis meses, tres ó cinco años... En este momento las propiedades inmobiliarias tienen un valor a la baja y si se quiere vender se ha de asumir esta circunstancia ó bien posponer la venta si no es absolutamente necesario.
Es interesante también a la hora de fijar el precio el hacer un estudio de mercado de viviendas ya vendidas en la zona, ya que no es igual el precio de las propiedades vendidas que el de las que todavía hoy continuan en venta.
Una vez fijado el precio del inmueble, debemos diseñar un plan de actuación, encaminado a la venta.
Ya no vale sólo el típico cartel de "se vende" por muy llamativo que sea (cuanto más grande es el cartel mayor sensación de desesperación ofrecemos a los clientes).
Ahora, los vendedores y en su caso las inmobiliarias, si quieren vender deben realizar inversiones de publicidad, a través de un plan de marketing específico para cada tipo de vivienda. Se ha de dar un paso adelante y descubrir nuevos canales de promoción en un mercado sobresaturado, evitando que la oferta se pierda entre la infinidad que existe hoy en el mercado.
En conclusión, hoy en día, las claves para alcanzar el éxito a la hora de vender una propiedad son:
- Precio ajustado al valor actual del mercado.
- Canales de promoción diferenciadores de otras viviendas.
- Contar con la ayuda de un profesional.